¿Cuál es el perfil psicológico de quienes coleccionan animales de manera descontrolada? Amar a los animales no tiene nada de malo, pero en ocasiones la obsesión por las mascotas puede llegar a extremos patológicos. Los problemas de higiene, de espacio y de convivencia que este fenómeno puede generar tiene un impacto negativo sobre los animales, la persona que los “adopta” y su entorno social cercano. Es por eso que merece la pena prestar atención a las señales de alerta que revelan la presencia de esta alteración mental.
¿Cómo son las personas obsesionadas por las mascotas? A continuación daremos un repaso sobre los rasgos que caracterizan a quienes están demasiado obsesionados por los animales entendidos como mascota.
1. Acumulan animales en su casa
El síndrome de Noé es una variante del síndrome de Diógenes, que se caracteriza porque la persona que lo sufre acumula un gran número de animales en su hogar. Algunas de las causas de este trastorno son las situaciones de estrés psicosocial y la soledad. Sin embargo, muchos de los sujetos con síndrome de Noé presentan además un trastorno mental o médico previo, siendo muy frecuente que aparezca junto a demencia, depresión mayor, características psicóticas e incluso debido a la adicción a las drogas.
2. Presentan problemas de higiene
Las personas obsesionadas por las mascotas hasta un extremo patológico suelen llevar a cabo conductas de abandono del cuidado propio (autocuidado) y del hogar, también suelen acumular objetos inservibles y muestran un comportamiento de aislamiento. El trastorno suele desarrollarse en personas mayores.
3. No cuidan lo suficiente a los animales
Estos individuos no solo recolectan muchos animales (habitualmente perros o gatos), sino que, además, no les dan la atención básica que necesitan y son incapaces de reconocer lo que esto puede suponer tanto para la salud y el bienestar propio como para el de los animales. No es que sean crueles, es que simplemente no son conscientes de su propia conducta, ya que presentan un fenómeno conocido como anosognosia.
4. No son amantes de los animales
Es importante distinguir entre estas personas y los amantes de animales, que pueden llegar a poseer varias mascotas en su hogar. Cuando hablamos del síndrome de Noé, estamos hablando de un trastorno, y por tanto la persona tiene problemas serios asociados: demencia, problemas de adaptación, depresión…
Los animales que pueden acumularse en su hogar son: perros, gatos, pollos, pájaros exóticos… También es posible que tengan en su propia casa caballos, vacas, cabras, ovejas y otros animales más propios de una granja.