Ocho alimentos peligrosos para el gato

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Los gatos que ingieren comida inadecuada para ellos pueden padecer destrucción de glóbulos rojos, diarreas, intoxicación e incluso morir, en los casos más graves.

Sal y azúcar en exceso o vísceras de pescado crudo son algunos de los alimentos que pueden provocar en el gato problemas gastrointestinales o parálisis corporal. En este artículo se ofrece un listado de alimentos y sustancias que pueden provocar graves problemas de salud al gato; entre ellos, las vísceras de pescado, la leche y el chocolate. También se incluyen unas precauciones a tener en cuenta con lo que come el felino.

El gato es un animal que tiene más dificultad que el perro para eliminar las toxinas a través de su hígado. Por ello, los dueños del felino deben tener especial cuidado con su dieta y con los alimentos que provocan problemas de salud a los felinos.

1. Las vísceras del pescado crudas: un peligro para el gato

Ciertos mitos y leyendas urbanas sobre los alimentos que le gustan al gato fomentan errores con respecto a su alimentación, que pueden costar caros. Es el caso de la creencia de que el gato es un animal pescadero por naturaleza, que no es del todo cierta.

No obstante, en esta afirmación hay parte de verdad ‘porque el felino es carnívoro y, por tanto, el pescado le gusta y debe formar parte de su dieta, junto con otros alimentos’, explica Sandra Garcinuñez, de la asociación Protección felina.

La parte desconocida sobre el gato que come pescado es que la ingestión excesiva de vísceras de esta carne crudas puede provocarle parálisis o rigidez muscular (denominada parálisis de Chastek). La razón es que contienen un componente que destruye la vitamina B1, ‘cuya carencia provoca la parálisis en los músculos del gato’, explica Juan Antonio Aguado, veterinario.

Otro peligro para el gato que consume pescado son las espinas, que le pueden producir perforaciones en el esófago y obstrucciones intestinales. Además, conviene recordar que el pescado crudo contiene un parásito llamado anisakis que puede provocar en el gato molestias estomacales.

2. La sal para el gato, en poca cantidad

Un gato debe ingerir poca sal para evitar cúmulos de restos salinos en el riñón que le provoquen problemas urinarios. Los alimentos específicos para ellos contienen la proporción adecuada de sal, pero si el dueño quiere ofrecer algún extra culinario de manera puntual, es recomendable jamón york o pavo bajo en sal.

El gato con problemas cardiovasculares deben evitar la sal siempre, para mantener su enfermedad bajo control.

3. La leche para el gato: en poca cantidad

La leche se suele asociar al gato como un alimento que le gusta y le sienta bien. Sin embargo, no siempre es así. ‘El gato que tiene intolerancia a la lactosa e ingiere leche puede sufrir diarrea’, comenta Manuel Lázaro, veterinario.

No obstante, hay felinos a los que este alimento les sienta bien, pero es aconsejable ofrecérselo en pequeñas cantidades y de manera esporádica.

4. La cebolla, un peligro para la salud del gato

La cebolla, los cebollinos y los puerros contienen tiosulfato, un componente que provoca en el gato la destrucción de sus glóbulos rojos, lo que también se conoce como anemia hemolítica.

Otra parte de esta verdura que resulta tóxica para el gato son los brotes verdes (similares a tallos) que crecen en ella.

5. El chocolate, un dulce peligroso para el gato

El chocolate contiene teobromina y el gato tiene un metabolismo que carece de la capacidad de eliminar esta sustancia.

Por ello, si se acumula en grandes cantidades en la sangre del felino, resulta tóxica y mortal para él.

6. Huesos del pollo, un peligro para el intestino felino

Los huesos de pollo resultan peligrosos para el gato porque su ingestión le puede provocar daños en el intestino, como perforaciones u obstrucciones. En caso de ofrecer pollo al gato, lo más recomendable es hacerlo cocido y si huesos.

7. El alcohol resulta tóxico para el gato

Las bebidas alcohólicas resultan perjudiciales para la salud del felino. Las consecuencias para un gato que ha ingerido alcohol son incontinencia urinaria y, en grandes dosis, resulta mortal.

8. El café y el té ponen nervioso al gato

Un gato que ingiere sustancias excitantes, como las que contienen el café o el té, se puede alterar o poner nervioso. El felino carece de la capacidad de otros animales, como el perro, para eliminar sustancias tóxicas que se acumulan en su hígado.

Un gato que toma cafeína o teína acusará más las propiedades de excitantes de estas sustancias en su organismo porque tardará más en eliminarlas de su cuerpo.

Precauciones con lo que come el gato

El atún le suele gustar al gato por su textura untuosa y sabrosa, pero es una carne que carece de una sustancia llamada taurina, un aminoácido esencial para el correcto funcionamiento del metabolismo felino.

Las plantas que están en las casas resultan en su mayoría tóxicas para el gato. Hay que tener especial cuidado con las plantas que hay en una casa donde vive un gato. Los lirios, rododendros, adelfas, la conocida como flor de pascua, típica de Navidad, la hiedra o el acebo.

Los gatos son elásticos y hábiles trepadores, por lo que hay que tener precaución para que no tengan acceso a estas plantas que pueden suponer un peligro grave para su salud.

Un gato delgado, que pese entre dos y tres kilos, puede ponerse en peligro con que coma poca cantidad de un alimento que no es su pienso habitual, como tres aceitunas: es como si ingiriera el triple de esa cantidad debido a su tamaño, por lo que le puede provocar diarrea o vómitos.

Automedicar al gato es contraproducente para su salud. Es el caso del ácido acetilsalicílico y del paracetamol, componentes que al hígado felino le cuesta eliminar, por lo que el gato puede resultar intoxicado.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/mascotas/perros/alimentacion/2013/06/13/216937.php?utm_source=feedburner