Los cuidados médicos que se les proporcionan a nuestros animales de compañía han evolucionado notablemente de modo paralelo a como lo ha hecho nuestra sociedad y nuestra sensibilidad hacia ellos. Tradicionalmente siempre hemos ido al veterinario cuando nuestro compañero se pone enfermo y la profesión veterinaria se ha volcado en curar, dejando un poco de lado lo ideal que es prevenir. Hace unos 50 años se dio el primer salto con el comienzo de la vacunación y desparasitación de nuestros animales de modo rutinario hasta convertirse hoy en día en algo ampliamente extendido y que ya nadie obvia. Esto contribuyó notablemente disminuir la mortalidad de perros y gatos y la transmisión de enfermedades a las personas y a mejorar su salud y longevidad.
Actualmente los perros y gatos y los llamados nuevos animales de compañía han pasado a ser un miembro más de la familia y por lo tanto, su atención y cuidados que se les proporcionan están ya a la altura de los que se hacen con las personas. Es dentro de este contexto, del salto de curar a prevenir, donde tienen pleno sentido los llamados planes de salud.
¿Qué es un plan de salud?
Es un paquete de productos y servicios que incluyen todas las acciones de medicina preventiva que nuestra mascota necesita con el fin de evitar la aparición de enfermedades y detectar de modo precoz la aparición de algunas de ellas, todo con un coste más económico que si se hiciera de modo individual, así como descuentos en otros productos y servicios.