Un equipo de economistas ha llevado a cabo un estudio para conocer el valor estadístico de la vida de un perro que puede ser de utilidad para estimar indemnizaciones por la muerte o lesiones en animales de compañía
El vínculo de los titulares con sus perros hace difícil poner un precio a sus mascotas, pero es una cifra útil para, por ejemplo, estimar indemnizaciones.
Si se le preguntase a la mayoría de los dueños de mascotas sobre el valor económico de la vida de su perro, la respuesta más común sería: “no tiene precio”. Pero en la legislación y en los tribunales, ese tipo de respuesta vaga y basada en emociones no es útil. Hasta hace poco, ninguna institución tenía una estimación basada en la ciencia económica para estimar cuánto dinero dedicarían los propietarios a la hora de tomar decisiones que podrían afectar a la esperanza de vida de su perro y su riesgo de muerte.
Sin embargo, David Weimer, profesor de ciencias políticas y profesor en la Escuela de Asuntos Públicos La Follette hizo una estimación. Todo comenzó hace seis años, cuando Weimer estaba sentado junto al economista jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados (FDA) en una reunión de un grupo llamado Sociedad para el Análisis de Costo-Beneficio. El economista lamentaba la necesidad de realizar un análisis de costo-beneficio para las próximas regulaciones relacionadas con la implementación de la Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria, una pieza de legislación que probablemente afectaría a la industria de alimentos para mascotas. La pregunta que se hizo es que, si bien el beneficio de aumentar la seguridad de los alimentos para mascotas era obvio, faltaba una pieza fundamental de la fórmula: no había forma de estimar el valor de evitar la muerte de una mascota.
En ese momento, Weimer y un equipo de ex estudiantes graduados que incluía al ex alumno de UW-Madison Simon Haeder, ahora profesor asistente de la Escuela de Políticas Públicas de Penn State; y Deven Carlson, ahora profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad de Oklahoma, se propusieron encontrar el número mágico. El equipo utilizó una técnica de investigación conocida como valoración contingente, un método que estima el valor que una persona está dispuesta a asignar a un bien, basándose en lo que estaría dispuesta a pagar por tenerlo o lo que estaría dispuesta a aceptar por renunciar a él.
LA VIDA DE UN PERRO ESTÁ ESTIMADA EN 10.000 DÓLARES
Durante su investigación entrevistaron a cientos de dueños de perros en Estados Unidos y les preguntaron si estarían dispuestos a pagar una cierta cantidad en dólares por una vacuna que reduciría las posibilidades de que su mascota contraiga una gripe canina potencialmente fatal del 12% al 2%. “Basándonos en los datos, pudimos determinar la disposición promedio a pagar, las compensaciones que estaban dispuestos a aceptar y el valor que implícitamente le daban a sus perros”, señala Weimer.
Al incorporar factores adicionales (la edad y el peso del perro, cuánto tiempo se esperaba que viviera y cambiar los valores porcentuales de los beneficios de la vacuna), el equipo de Weimer encontró un número exacto que representa lo que ahora se conoce como el valor estadístico de la vida de un perro (VSDL), que es de 10.000 dólares, o lo que es lo mismo 8.461,35 euros. Ese valor, señala Weimer, se basa en parte en la tendencia de los dueños de mascotas a gastar dinero ante una posible crisis de salud. Según la Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas, los dueños de mascotas gastaron más de 70.000 millones de dólares en sus mascotas en 2019, incluidos, 20.000 de ellos en atención veterinaria.
Weimer dice que el principio se podría aplicar tanto a los humanos como a las mascotas. “Una vez que la abuela está en el hospital, se gastará cualquier cantidad de dinero y recursos para ayudarla a mantenerse con vida”, señala. Eso sí, apunta que: “No se gasta tanto para prevenir que ella vaya al hospital en primer lugar”.
APLICACIONES EN LA VIDA COTIDIANA DE PONER PRECIO A LA VIDA DE UN PERRO
Si bien puede sonar frio y calculador, las aplicaciones en el mundo real de poner precio a la vida de una mascota querida son importantes tanto para los propietarios de perros como para la industria.
Por ejemplo, en los casos en los que un conductor descuidado ha arrollado y matado a una mascota querida, el sistema judicial generalmente no ha otorgado más que el valor de reemplazo del animal en daños. “Eso normalmente no tiene en cuenta el daño moral”, afirma Weimer. En este sentido, en España ya se han dictado algunas sentencias que valoran este daño a la hora de estimar la vida de un perro, aunque muy por debajo de ese VDLS de 10.000 dólares del estudio.
En cuanto a los casos de divorcio, anteriormente no había forma de valorar con precisión a una mascota en la división de bienes; el VSDL les da a todos un valor que sirve de punto de partida. Y, por supuesto, está la pregunta original de la industria de alimentos para mascotas. “Si la FDA quiere redactar una regulación que reduzca los riesgos para las mascotas, sus analistas deben demostrar que los beneficios superan a los costos”, explica Weimer. “Si están valorando la vida de un perro en 10.000 dólares, eso les da la información necesaria para tomar esa decisión”, asegura.
Otros usos, explica el experto, pueden aplicarse, por ejemplo a los daños sufridos por mascotas que son transportadas en las bodegas de los aviones. Weimer asegura que los propietarios están interesados en el asunto, ahora se plantea estimar la vida de los gatos, aunque aún no cuenta con fondos para la investigación. https://www.animalshealth.es/mascotas/que-precio-tiene-vida-de-tu-perro