Del Bulldog Inglés hasta el Dachshund y el Pug, son muchos los cambios físicos sufridos por los canes a través del tiempo, debido a las mezclas y la intervención del hombre.
¿En qué ha cambiado el aspecto físico de los perros a través de los últimos cien años? La creencia popular indica que la crianza y las mejoras arreglan las ‘imperfecciones’ del animal, haciendo que sea más útil, atlético o atractivo. ¿Pero siempre es así? existen casos en que las distintas mezclas han hecho que hermosos ejemplares acaben con problemas de salud que sus antepasados no tenían, aunque hay que tener claro que encontrar un animal sin problemas genéticos es prácticamente imposible.
Los canes mostrados en la izquierda datan del libro de 1915 ‘Razas de todos los países’, de W.E. Mason, y los de la derecha son ejemplos actuales. las modificaciones físicas sufridas a través del tiempo son evidentes, aunque falta conocer si también hubo algún cambio en su comportamiento.
Dachshund: De piernas funcionales y cuellos proporcionados para su tamañ;o, este pequeño y temperamental perro ha modificado su pecho, sobresaliendo hacia adelante, su espalda y cuello son más largos, sus piernas delanteras se han acortado apenas dejando espacio entre el pecho y el suelo, y actualmente posee la tasa más elevada de lesiones a la columna, resultando en parálisis. Además cuenta con problemas como la atrofia retinal progresiva, diversas patologías y problemas con sus piernas en ejemplares con sobrepeso.
Pastor Alemán: Más alto y atlético que el actual, hace 100 años el pastor alemán era un perro de tamaño mediano, con un peso de 25 Kg y más ágil que el fornido ejemplar que conocemos hoy. Podía saltar sin problemas una valla de 2,5 metros de altura, algo que los canes de 38 Kg de hoy son incapaces de lograr.
Bulldog Inglés: Con el tiempo este perro ha manifestado toda clase de enfermedades, falleciendo a los 6,25 añ;os promedio. Sin intervención médica, es muy difícil que puedan aparearse o dar a luz.
Basset Hound: Se ha hecho más compacto, ha sufrido cambios en su estructura trasera, posee exceso de piel, ojos caídos, problemas con sus vértebras y orejas, más largas que su antepasado.
Boxer: Ahora posee una cara y cuerpo más cortos, el hocico hacia arriba, problemas de control de temperatura corporal en épocas calurosas y una alta mortandad producto del cáncer.
Bull Terrier: El que una vez fuera atlético y armónico, ahora se convirtió en una masa gruesa y con un severo cambio en su cráneo. Además, posee Hiperdontia (dientes supernumerarios) y persigue compulsivamente su cola.
San Bernardo: Quizá uno de los que más ha aumentado su tamaño en los últimos 100 añ;os. Ha aplastado su cráneo y posee más piel, además posee problemas de temperatura corporal y enfermedades como deficiencia de fibrinógeno, afaquia, cáncer óseo, hemofilia, parálisis de Stockard, entropión y ectropión.
Pug: Presión arterial alta, problemas cardíacos, dificultades para respirar, baja oxigenación, dentadura compleja y dermatitis en los pliegues de la piel son algunos de los cambios de este perro con respecto a su antepasado. La cola sin embargo, continúa siendo considerada como un defecto genético, que puede conducir a la parálisis en los casos más graves.