Una técnica permitiría terminar con el metano en la atmósfera. Nueva alternativa para contener el calentamiento global: reducir a los niveles preindustriales el metano y otros gases de efecto invernadero. El impacto humano se reduciría al CO2 y se cambiaría el curso del cambio climático.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante después del CO2 y contribuye con un 20% al calentamiento global. Atrapa 28 veces más calor que el dióxido de carbono, lo que le otorga una mayor incidencia sobre el clima.
Alrededor del 60 por ciento del metano acumulado en la atmósfera es de origen humano. Procede de las fermentaciones producidas por bacterias anaerobias especializadas que se encuentran en zonas pantanosas, de cultivos como el arroz y de las emisiones desde el tracto intestinal del ganado. También se produce por los escapes de depósitos naturales y conducciones industriales.
En 2018, las concentraciones de metano en la atmósfera alcanzaron niveles dos veces y media superiores a los preindustriales. Y aunque la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera es mucho mayor, el metano es 84 veces más potente que el CO2, en términos de calentamiento del sistema climático, durante los primeros 20 años después de su emisión.
Cualquier sistema de reducción de metano que se proponga tendría, por tanto, un sensible impacto en el calentamiento global. Y de hecho, ya están disponibles una variedad de tecnologías para capturar metano y convertirlo en energía útil. https://www.tendencias21.net/Es-posible-cambiar-el-curso-del-cambio-climatico_a45267.html