Darle a los cerdos la capacidad de digerir más nutrientes de sus granos podría ayudar a reducir el impacto ambiental de la industria porcina, según una nueva investigación publicada.
Los cerdos son una de las fuentes de carne económicamente más importantes en la agricultura, con una demanda cada vez mayor de productos de cerdo. Sin embargo, una gran cantidad de sus alimentos se desperdicia ya que no pueden digerir dos de sus nutrientes clave que causan daño ambiental: nitrógeno y fósforo. Se liberan cantidades excesivas de estos nutrientes a través del estiércol de los animales hacia el medio ambiente, donde pueden contaminar el aire y el agua.
“Los cerdos liberan cantidades dañinas de estos nutrientes ya que carecen de las enzimas microbianas que descomponen el fitato, la principal fuente de nitrógeno y fósforo, y tipos de fibra llamados polisacáridos sin almidón”, explica el primer autor Xianwei Zhang, investigador postdoctoral en la Universidad Agrícola del Sur de China.
“Sugerimos que compensar la deficiencia de los cerdos en estas enzimas, β-glucanasa, xilanasa y fitasa, beneficiará a la industria porcina al aumentar el uso de alimento de los animales y al reducir sus emisiones de nutrientes”.