Solo en la industria porcina de Estados Unidos se estima que el estrés por calor tiene un coste de alrededor de 300 millones de dólares. El estrés por calor puede tener un impacto económico significativo para los productores. El coste en la industria porcina de los Estados Unidos se estima en $300 millones. Aquí observamos las causas y los efectos, así como una serie de soluciones para ayudar a minimizar el impacto en el rendimiento de la granja.
Temperaturas crecientes, problemas crecientes
Desde la época de la revolución industrial hasta hoy, las temperaturas globales han aumentado 1,5°C, pero las predicciones recientes del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) esperan ver un aumento similar en los próximos cuarenta años. También predicen que es muy probable que las olas de calor sean más intensas, más frecuentes y más duraderas en un clima futuro más cálido. La previsión es que prácticamente en todas partes, las temperaturas mínimas aumenten más rápido que las temperaturas máximas, lo que lleva a una disminución en el rango de temperaturas durante el día. En la última década, ha habido una importante expansión en la producción porcina en zonas de clima típicamente cálido como España, América del Sur y el sur de Asia.
Décadas de selección para obtener canales más magras han producido cerdos con una mayor sensibilidad térmica. La reducción de la ingesta de alimento en condiciones de estrés por calor intenta disminuir la producción de calor metabólico. Un metaanálisis de publicaciones entre 1970 y 2009 reveló que, el efecto del estrés por calor en el consumo de alimento fue más pronunciado en los últimos años, lo que demuestra el efecto del progreso genético.
¿Cuál es el impacto del estrés por calor en las cerdas?
Los efectos del estrés por calor en las cerdas incluyen temperaturas rectales más altas después del parto, frecuencia de respiración más alta y partos prolongados, y todo esto conduce a un peor bienestar de las cerdas. Se ha demostrado que el efecto del estrés por calor en los primeros cinco días post-inseminación reduce significativamente la cantidad de embriones viables presentes en el día 27.
El estrés prenatal por altas temperaturas ambientales puede aumentar el riesgo de retraso del crecimiento intrauterino. Se ha demostrado que los lechones nacidos de cerdas que sufrieron estrés por calor muestran un efecto epigenético desarrollando niveles más altos de grasa en la fase de crecimiento.
Los efectos más comúnmente observados debidos al estrés por calor en cerdas lactantes son la reducción de la ingesta de alimento con la consiguiente disminución de la producción de leche lo que resulta en una mayor mortalidad pre-destete (Figura 1) y la reducción del peso al destete de los lechones. LEER MÁS…