Ingredientes fibrosos para prevenir la inflamación intestinal en lechones

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El papel de la fibra dietética merece ser considerado en el marco de las nuevas estrategias para paliar problemas entéricos, en ausencia de niveles altos de óxido de zinc.

El término “salud intestinal” se ha convertido en una de las locuciones más utilizadas en el ámbito de la nutrición porcina, y en concreto de la nutrición de lechones destetados, en los últimos años, siendo motivo de numerosos artículos y revisiones. Seguramente una de las definiciones de “salud intestinal” más precisas, y a la vez genéricas, ha sido la enunciada recientemente por Pluske y col. (2018): “una condición generalizada de la homeostasis en el tracto gastrointestinal con respecto a su estructura y función en conjunto”. Así pues, se entiende que la salud intestinal en los cerdos puede verse mermada incluso en ausencia de infecciones en el tracto gastrointestinal. Un claro ejemplo de salud intestinal comprometida, sin necesariamente darse infección alguna, se da tras el destete. Los factores estresantes asociados a este momento de la vida del lechón causan inevitablemente cambios en la estructura y función de su tracto gastrointestinal, contribuyendo a un estado inflamatorio intestinal crónico como respuesta del sistema inmune innato a aquellos factores. Se trata pues de una inflamación de tipo estéril que en numerosas ocasiones se ha confundido con una inflamación patológica.

Hoy en día, la heterogénea patogénesis de este tipo de inflamaciones estériles es mucho más conocida, siendo numerosos los aditivos y sucedáneos de diverso origen y eficacia que se ofrecen para paliar los efectos derivados de dichas inflamaciones ineludiblemente asociadas al destete de los lechones. Asimismo, existe una creciente atención al papel que los componentes de la dieta base pueden jugar en la génesis, así como en la prevención, de este tipo respuesta inmune exacerbada durante el destete. Así, por ejemplo, una reciente revisión (Humphrey et al., 2019) sobre estrategias nutricionales a nivel práctico para mitigar las inflamaciones intestinales en lechones destetados hace especial hincapié en la importancia que tienen tanto los lípidos como la proteína de la dieta en el desencadenamiento de dichas inflamaciones. Así, como indican estos autores, los ácidos grasos y monoglicéridos derivados de la digestión de la grasa de la dieta son potentes estimuladores de la secreción el péptido semejante al glucagón tipo 1 (GLP-1) por parte de células entero-endocrinas, molécula con una gran acción antiinflamatoria en el intestino. Por otro lado, es bien sabido que fuentes de proteína altamente digestible en la dieta son digeridas eficazmente por los lechones, reduciéndose la cantidad de proteína que pasa a intestino grueso, la cual representa un excelente sustrato para la fermentación por parte de determinadas bacterias patógenas. Consecuentemente, tales fuentes de proteína ayudan a mitigar los procesos inflamatorios derivados de dicha fermentación.

Sin embargo, el papel que la fibra de la dieta de los lechones puede jugar en la prevención de las inflamaciones tras el destete es todavía bastante desconocido y, por tanto, el uso de fuentes de fibra para modular la respuesta inmune innata a nivel práctico no está muy desarrollado.

En artículos publicados anteriormente en 3tres3.com (Molist, 2016; Cerisuelo, 2018) o por otros reconocidos científicos (Berrocoso y col., 2015), se ha abordado de forma exhaustiva el efecto de la fibra de la dieta sobre el rendimiento productivo y la digestibilidad en lechones, su influencia sobre la motilidad intestinal, su posible papel prebiótico, así como el efecto de la fibra inerte y de la fermentable sobre la concentración de ácidos grasos en el colon. Sin embargo, la fibra de la dieta también puede ejercer un claro efecto sobre la respuesta inmune de los lechones a nivel intestinal, efecto que se debería considerar en el marco de las estrategias para paliar los desarreglos entéricos tras el destete.

Referencia:http://bit.ly/2LXssmL