Una investigación española sobre la microbiota en cerdos y jabalíes ha determinado que los animales que presentan resistencias a enfermedades tienen una composición de microorganismos intestinales más heterogénea. Durante la última década, muchos científicos de todo el mundo han estado interesados en analizar las heces de diferentes animales, incluidas las de los humanos. Los micro habitantes que se encuentran en las excreciones fecales representan las poblaciones que viven en el intestino y esta población, la microbiota, ha demostrado ser esencial para muchos procesos fisiológicos como la digestión, el crecimiento y las respuestas inmunes, según explican desde el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
Se sabe que en varias condiciones patológicas esta microbiota está alterada, y los investigadores se preguntan si será cierto que una vez que se modifica la microbiota pueden aparecer varias condiciones patológicas. De hecho, señalan que el microbioma es tan importante que algunos científicos ahora se refieren a él como un órgano humano o animal. Por ello, los investigadores de IRTA-Cresa decidieron estudiar la composición de la microbiota fecal de cerdos y jabalíes en el laboratorio. El hecho es que la composición de la microbiota intestinal o fecal depende de muchos factores: predisposición genética, edad, nutrición, ambiente, estrés y uso de antibióticos, entre otros.
Los científicos compararon la composición de estas dos especies animales que viven en dos ambientes diferentes: salvajes y domesticados. Para lo cual recolectaron una gran cantidad de muestras de heces con la ayuda de investigadores franceses y keniatas, procedente de granjas europeas y africanas, a las que se suman muestras de jabalíes salvajes (facóqueros) de Kenia y el Zoo de Barcelona.
Además, tuvieron la oportunidad de obtener muestras de una granja libre de patógenos específicos (SPF, del inglés specific pathogen free) de Francia. Estos cerdos SPF fueron criados en condiciones controladas y expuestos a un número limitado de bacterias desde el nacimiento. Todas las muestras fecales fueron sometidas a extracción de ADN y secuenciación del gen 16S rRNA obteniendo más de 8 millones de lecturas para analizar. La diversidad encontrada en la microbiota fecal de los cerdos SPF fue la más baja de estos grupos.
Asimismo, el número de taxones diferentes que componen la microbiota de los facóqueros cautivos (riqueza) fue similar a la de la microbiota de los cerdos SPF, lo que demuestra la importancia del medio ambiente en el que se crían los animales. Los animales africanos fueron los que mayor diversidad presentaron.
Cuando los investigadores compararon la composición bacteriana total a través de distancias genéticas entre secuencias 16S (beta diversidad), descubrieron que los cerdos tienen una composición similar sin importar si provenían de un patio trasero africano o de una granja europea. Los cerdos SPF tenían una composición muy diferente y los facóqueros africanos mostraron la microbiota más heterogénea de todos los suidos analizados.
Estos estudios podrían ser útiles para comprender, al menos parcialmente, la resistencia observada en los facóqueros a varias infecciones microbianas, incluso contra una enfermedad mortal que amenaza a toda la industria porcina en la actualidad: la peste porcina africana (PPA). Por el contrario, los cerdos domésticos son susceptibles a esta enfermedad viral, especialmente los cerdos SPF, que son los más susceptibles entre estos grupos en estudio.
Establecido esto, los científicos compararon la composición de microbiota de los animales susceptibles contra los resistentes y pudieron encontrar varias bacterias que podrían estar involucradas en esta resistencia.
Referencia: http://bit.ly/2LXssmL