El fuerte aumento de las importaciones de carne de cerdo está teniendo un gran impacto en los productores locales, especialment en Argentina y Costa rica. Más ahora que acaba de anunciarse que Argentina abre el mercado a la carne de cerdo estadounidense.
En las últimas semanas el sector porcino de algunos países de Latinoamérica ha recibido malas noticias, principalmente Argentina y Costa Rica. En innumerables situaciones, Argentina ha denunciado las altas importaciones que han ingresado desde Brasil y Dinamarca – en el primer semestre de 2017 han aumentado un 79% – a un precio más competitivo que el valor de mercado y que se vende como carne fresca en los supermercados, siendo que ingresa al país congelada. Estas internaciones de carne han tenido una gran repercusión sobre los productores locales en los últimos meses, que reclaman una falta de protección por parte del gobierno. Ahora, un nuevo balde de agua fría cae sobre la industria, ya que después de una visita de estado del Vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, se anuncia el ingreso de la carne de cerdo estadounidense al mercado argentino. En este momento la situación es complicada en Argentina, los especuladores auguran tiempos oscuros para los productores de cerdos con una baja productividad y aumenta la presión para que la industria nacional acelere los proyectos que tienen intención de exportar carne de cerdo al mercado internacional. Todo esto se refleja en la caída sostenida del precio del cerdo expresado en dólares.
En el comentario anterior expusimos la situación de Costa Rica. El país con el mayor PIB per cápita y consumo de cerdo en Centroamérica está con la misma problemática que Argentina. Los altos volúmenes de importaciones están generando problemas en el mercado interno pues los productores desean obtener mayores ingresos por cada cerdo vendido. Parece que los países con mayor dinamismo en su economía y a la vez con mayor consumo de proteína animal, están siendo afectados por el ingreso de carne de cerdo más barata y sin la regulación necesaria para que el impacto en su industria nacional sea menor. Creo que los modelos de economía social de mercado son los correctos / necesarios para el desarrollo socio-económico de una nación pero creo que los gobiernos deben velar / cuidar muy bien sus industrias para que el “libre mercado” no impacte de una forma negativa a las empresas nacionales, pues detrás de ellas hay familias y personas que dependen de la producción de un servicio o producto en particular, que en este cado es la carne de cerdo.
En Brasil la primavera llega adelantada pues los precios han mejorado consistentemente. Tal y como se puede apreciar en la gráfica 1, el precio del cerdo en Brasil se encuentra en 1,2 USD/kg vivo, una cifra impulsada por el repunte de las exportaciones. Los analistas comentan que si se mantiene esta tendencia exportadora y los precios de los granos siguen bajos, la industria del cerdo puede terminar este 2017 con números positivos, a pesar de los duros golpes que recibió a causa de los casos de corrupción en los últimos meses.
En Chile, el 2017 ha sido negativo para todas las carnes, pues la producción de todas ellas, aves de corral, bovinos y cerdos, tiende a la baja. En el sector porcino se evidencia una disminución de un 6% de la producción en el primer semestre de 2017 respecto al mismo periodo de 2016. Por contra, las exportaciones han aumentado un 6,6%. Este escenario de baja producción y aumento de las exportaciones, ha supuesto un aumento de las importaciones de un 57%. El principal destino de la carne de cerdo chilena es China, seguido de Corea del Sur y Japón.
Un país del que pocas veces hemos hablado es Ecuador. La situación del mercado porcino en este país es complicada, su principal dificultad es el costo de los granos, los cuales son un 30-40% mas caros que en el resto de los países de Latinoamérica. Al haber menores costos de producción en países vecinos, se ha creado un mercado negro de cerdos que ingresan a Ecuador desde Perú. Esto ha impactado aún más el sector porcino y, según la Asociación de Porcicultores de Ecuador (ASPE), en el año 2016 la producción de carne de cerdo disminuyó un 15%.
Fuente: 3tres3.com