El informe confirma la resistencia a los antimicrobianos como una de las mayores amenazas para la salud pública. Entre los nuevos hallazgos, basados en datos de 2016, se encuentran la detección de resistencia a carbapenémicos en aves de corral, un antibiótico que no está autorizado para su uso en animales, y Salmonella Kentucky productora de betalactamasa de espectro extendido (ESBL) con elevada resistencia a ciprofloxacina en humanos por primera vez en cuatro países.
Principales hallazgos en animales y alimentos
Se detectó resistencia a muy bajo nivel a los carbapenemas en aves de corral y en carne de pollo en dos Estados miembros (quince E. coli). Los carbapenémicos se usan para tratar infecciones graves en humanos y no están autorizados para su uso en animales.
Se informó de dos bacterias Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina asociadas al ganado encontradas en cerdos y resistentes a la linezolida. La linezolida es uno de los antimicrobianos de último recurso para el tratamiento de infecciones causadas por MRSA altamente resistente.
Se observó resistencia clínica combinada a antimicrobianos de importancia crítica en niveles de bajos a muy bajos en Salmonella (0,2%), Campylobacter (1%) y E. coli (1%) en aves de corral.
Se observó resistencia a la colistina a bajos niveles (2%) en Salmonella y E. coli en aves de corral.
La prevalencia de E. coli productora de ESBL en aves de corral varía notablemente entre los Estados miembros, desde niveles bajos (menos del 10%) hasta niveles extremadamente altos (más del 70%). Las bacterias que producen enzimas ESBL muestran resistencia a múltiples antibióticos β-lactámicos, una clase de antibióticos de amplio espectro que incluye derivados de la penicilina, cefalosporinas y carbapenémicos. Esta es la primera vez que se monitorea la presencia de E. coli ESBL en aves de corral y carne de aves de corral.
S. Typhimurium continuó siendo el segundo serovar más común entre las infecciones humanas por Salmonella. Aunque se encontró entre los diez serovares más importantes en pollos de engorde y gallinas ponedoras, la transmisión se asocia más a menudo con el consumo de productos porcinos.
Fuente: 3tres3