Salud intestinal: estimular la colonización de una microbiota beneficiosa

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¿Cómo podemos fomentar una microbiota más sana, favorable para el cerdo y para su productividad? Y, ¿cuál es el mejor momento para para conseguirlo?

Se calcula que nuestros cerdos tienen un total de 1010-1012 bacterias en el intestino, un número que multiplica por 10 el total de células de su cuerpo (Luckey, 1972). Es indispensable que tengamos en cuenta este componente bacteriano cuando diseñemos las dietas para nuestros animales, porque mediante una microbiota más sana y favorable para el cerdo, podemos incidir directamente en un proceso de digestión más eficiente, mejorando el sistema inmune y aumentando los rendimientos productivos.

La influencia sobre la microbiota se puede ejercer de las siguientes formas: Modificando la disponibilidad de nutrientes para determinadas especies bacterianas. En general, las bacterias del colon proximal tienen una gran aportación de nutrientes, provenientes de residuos no digeridos de la dieta en el tramo del intestino delgado, que se va reduciendo y limitando a medida que llegamos a las regiones distales.

Podemos utilizar prebióticos específicos para aumentar las poblaciones microbianas que a nosotros nos interesen. Por ejemplo, la lactulosa aumenta los niveles de lactobacillus spp. Guerra et al. 2014.

Una de las estrategias para influenciar en este aspecto son los prebióticos. El concepto de prebióticos empezó cuando se observó que la inulina y los

fructooligosacaridos (FOS) estimulaban a las bifidobacterias, que se consideran buenas para la salud intestinal (Gibson y Roberfroid, 1995). En la actualidad hay mucha bibliografía en porcino que sostiene el uso de prebióticos para seleccionar Bifidobacterium spp., Lactobacillus spp., Bacteroides spp., etc.

También se atribuye esta capacidad de influenciar la microbiota a la inclusión en la dieta de cierto nivel de fibra fermentable, para estimular la fermentación colónica (Correa-Matos, 2003); a la reducción de los niveles de proteína en la dieta, para evitar la fermentación proteica (Pérez, 2013); y a la inclusión de enzimas exógenas, al producir oligosacáridos con efecto prebiótico a partir de polisacáridos no amiláceos (Bedford, 2004). https://www.agromeat.com/265117/salud-intestinal-estimular-la-colonizacion-de-una-microbiota-beneficiosa