Proponemos usar como muestra el líquido acumulado en el cubo donde los granjeros guardan las colas y testículos durante las rutinas de procesado.
Introducción
Durante los últimos años, la mejora del muestreado y de las técnicas de diagnóstico han facilitado el proceso de toma de muestras en granja. El uso de técnicas de agrupamiento de sangre y los fluidos orales son dos ejemplos de esas mejoras. Sin embargo, veterinarios y productores están siempre buscando técnicas para muestrear granjas que sean más sensibles, baratas y rápidas. Una posibilidad sería usar las tareas rutinarias, como el procesado de lechones, ya que la castración y el corte de colas son parte de la rutina de una granja de cerdas. Nosotros proponemos usar como muestra el fluido del procesado (FP), el líquido acumulado en el cubo donde los granjeros recogen las colas y los testículos durante la rutina. El objetivo de este estudio fue evaluar la validez del análisis de los fluidos del procesado mediante PCR en tiempo real para evaluar el estatus frente al virus del Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (PRRSv) en una granja de cerdas.
Materiales y métodos
El muestreo tuvo lugar tras la aparición de un brote en una granja que previamente era negativa. Se seleccionaron diez camadas por semana de diferentes partos y se muestrearon durante el procesado (a los 3 días de vida) durante 8 semanas consecutivas. Las camadas fueron seleccionadas convenientemente para tener una buena representación espacial de la sala y de los partos. Se tomaron muestras de sangre de todos los lechones de las camadas seleccionadas y se analizaron como muestra comparativa o ‘gold standard’. Los testículos y las colas de cada camada fueron guardados en bolsas con cierre zip. Los tejidos permanecieron en las bolsas durante un mínimo de dos horas. Después, se extrajeron los fluidos con una pipeta estéril y se guardaron en tubos de suero estériles. Ambas muestras, sangre y PF, fueron centrifugadas en la granja y transportadas al laboratorio refrigeradas. Todas las muestras fueron analizadas por PCR en tiempo real.
Resultados y discusión
Se construyó una tabla 2×2 para comparar los resultados del suero y del FP. Una camada se consideraba positiva cuando al menos uno de sus lechones era positivo. Los positivos fueron categorizados en base a un valor de Ct negativo con un límite inferior a 37,5 en vez del convencional Ct de 40, para poder incluir en el análisis muestras que estuvieran en un rango sospechoso, un Ct de 35 a 40. La sensibilidad (95% Intervalo de Confianza, CI) y la especificidad (95% CI) de la técnica fueron 83% (63-95%) y 92% (82-98%) respectivamente. La concordancia entre los dos tipos de técnicas fue bueno (Kappa: 0,76 (95% CI: 0,53-0,98%)). Se detectaron cuatro falsos positivos y 4 falsos negativos. El suero de los lechones de los falsos negativos tuvo una carga vírica baja (Cts alto) y, cuando esas muestras fueron diluidas, sus Cts entraron en un rango negativo. A pesar de que la transferencia de FP se llevó a cabo de una manera extremadamente cuidadosa, se pudo haber producido cierta contaminación cruzada, pues observamos la presencia de estos 4 falsos positivos.
Hubo diferencias estadísticas (p menor 0,05) entre el % de FP positivos cuando se compararon los resultados de cerdas de pocos partos (primer y segundo parto) vs cerdas con más partos (más de dos partos) siendo las cerdas más jóvenes las que tuvieron mayor porcentaje de animales positivos. Estos resultados están de acuerdo con lo encontrado por Cano et al. (2008) cuando intentaron identificar los indicadores de riesgo asociados con una mayor probabilidad de detección de lechones positivos a PRRSV.
Los FP fueron positivos incluso en los casos en que sólo un lechón de la camada fuera positivo, demostrando así que los FP son una herramienta sensible para detectar qué está pasando en las camadas y, por lo tanto, en la granja. Al mismo tiempo, estos resultados resaltan la importancia de recoger los testículos y las colas a la hora de reducir la diseminación de la enfermedad. Además, fue posible recuperar y secuenciar PRRSv desde las muestras de FP.
Una limitación de este estudio es que todas las muestras fueron tomadas de una sola granja.
Por supuesto, estos resultados y el uso de esta técnica sólo pueden ser aplicables en los países donde la castración y el corte de colas están permitidos. En otras regiones, donde las regulaciones de bienestar animal recomiendan el uso de la cauterización durante el corte de colas, se necesitarán más estudios para dilucidar las posibilidades de uso de este tipo de muestra como método de diagnóstico.
Conclusión
El fluido del procesado es una muestra efectiva para detectar PRRSv en lechones, incluso cuando ha pasado un tiempo significativo desde el brote (~ 6 meses), especialmente en camadas de cerdas de pocos partos. La otra implicación detectada es que los testículos y colas deben ser recogidos en un cubo pues pueden potencialmente diseminar el PRRSv por la sala de partos.
Fuente: 3tres3