El uso de subproductos procedentes de la industria agroalimentaria reduce los costes de alimentación. Este estudio investiga el valor nutricional de ocho de los subproductos potenciales en alimentación líquida.
Es sabido que el coste de la alimentación representa más del 60% de los costes totales en producción porcina. Entre las alternativas que existen actualmente para mejorar la eficiencia de utilización de los piensos se encuentra, por una parte, la gran variedad de aditivos alimentarios. Por otra parte, también se ha visto que la forma de presentación del pienso en forma líquida, así como la utilización de subproductos procedentes de la industria agroalimentaria, consigue reducir los costes de alimentación.
El uso de subproductos ha aumentado de forma importante en las últimas décadas y continuará aumentando en toda Europa debido a que son fuente de nutrientes a un coste muy inferior al de las materias primas convencionales. Sin embargo, la alta demanda que están sufriendo los subproductos es posible que lleve a un aumento de su coste, con lo cual podría verse mermada la competitividad que ofrecen actualmente con respecto a las materias primas.
Conocer el valor integral potencial de un determinado subproducto para los animales es de gran interés. Antes de utilizar un determinado subproducto para la alimentación animal es conveniente considerar, además de su valor nutritivo potencial, las limitaciones logísticas, como por ejemplo, el aprovisionamiento, la estacionalidad de la oferta, la variabilidad en el contenido en nutrientes, contenido en agua, palatabilidad, manejo, relación coste / beneficio; y precauciones que conlleva su utilización (Brooks et al., 2001; Braun y de Lange, 2004; Shurson, 2008).
Subproductos actualmente disponibles para porcino
En cuanto a los subproductos disponibles actualmente, figuran los procedentes de la industria láctea y derivados, panadera, dulces, alcohol, industria de la patata, de la soja, frutos secos o caramelos… (Braun y de Lange, 2004; Llanes y Gozzini, 2013).
De forma general, cuando no existe demasiada información sobre los subproductos y sólo se dispone del valor nutricional estimado a partir de la materia seca, se asume que el máximo nivel de inclusión en cerdos de engorde no debería superar el 15% de la dieta sin comprometer los resultados productivos de los animales (de Lange et al., 2006). Sin embargo, los ensayos con animales son indispensables para evaluar la digestibilidad, la palatabilidad, el rendimiento de los animales, los riesgos potenciales asociados a su uso, así como determinar los niveles máximos de inclusión, que se derivan de los resultados obtenidos por los factores anteriores, y que darán como resultado final el valor potencial del subproducto (Boucqué y Fiems, 1988).
Evaluación de subproductos
Para ello, se llevaron a cabo dos experimentos diferentes de digestibilidad in vivo para investigar el valor nutricional de ocho de los subproductos potenciales en alimentación líquida, tras haber evaluado su composición química proximal a nivel de laboratorio (Tabla 1). En el primer experimento, se estudiaron cuatro subproductos convencionales (galleta líquida, bagazo de cerveza, harina zootécnica y pastone), mediante el método por diferencia con una inclusión del 50% del subproducto (en base de materia seca) a la dieta basal (ratio 2,7:1). Un total de 30 cerdos de engorde con 86 kg de peso se distribuyeron de forma individual entre los cuatro subproductos y una dieta de control sin subproductos (n = 6). El segundo experimento se dividió en cuatro ensayos para el estudio de cuatro subproductos no convencionales (mayonesa, harina de almendra, harina de cacao y kiwi). Los subproductos no convencionales se estudiaron por el método de regresión mediante niveles de inclusión crecientes (2, 4, 7 y 10%, a excepción de kiwi 4, 8, 12 y 16%) a la dieta líquida (2,7: 1 ratio) con 16 cerdos de engorde de 40 kg de PV, distribuidos individualmente en cada ensayo (n = 4).
Tabla 1. Composición química proximal de los subproductos utilizados en los experimentos in vivo (en base a materia seca).
% | Galleta líquida | Bagazo cerveza | Harina zootécnica | Pastone | Mayonesa | Har. Almendra | Har. Cacao | Kiwi |
MS | 33,8 ± 0,02 |
22,5 ± 0,01 |
84,8 ± 0,04 |
68,0 ± 0,00 |
53,4 ± 0,06 |
94,5 ± 0,06 |
82,2 ± 0,04 |
6,1 ± 0,01 |
MO | 98,5 ± 0,01 |
95,7 ± 0,02 |
97,6 ± 0,00 |
97,8 ± 0,00 |
97,8 ± 0,02 |
98,0 ± 0,04 |
95,5 ± 0,01 |
89,9 ± 0,19 |
EB (Kcal/kg) | 4.544 ± 3,7 |
5.153 ± 44,1 |
4.604 ± 35,0 |
4.380 ± 13,4 |
8.737 ± 91,7 |
7.462 ± 0,75 |
4.851 ± 31,4 |
4.939 ± 66,8 |
PB | 8,0 ± 0,00 |
27,0 ± 0,03 |
9,3 ± 0,02 |
8,7 ± 0,05 |
1,3 ± 0,89 |
16,9 ± 0,30 |
8,9 ± 0,00 |
13,8 ± 0,00 |
EE | 6,6 ± 0,05 |
8,5 ± 0,04 |
3,3 ± 0,09 |
4,2 ± 0,02 |
83,1 ± 10,99 |
57,4 ± 0,61 |
13,6 ± 0,13 |
4,4 ± 0,21 |
FB | 0,5 ± 0,02 |
14,5 ± 0,26 |
7,2 ± 0,10 |
2,0 ± 0,06 |
0,00 | 2,9 ± 0,25 |
6,9 ± 0,41 |
16,0 ± 0,15 |
FND | 2,2 ± 1,3 |
59,6 ± 5,61 |
41,8 ± 0,85 |
8,0 ± 0,08 |
0,00 | 3,7 ± 0,13 |
19,9 ± 0,25 |
24,6 ± 0,89 |
FAD | 0,4 ± 0,09 |
19,5 ± 0,68 |
8,6 ± 0,26 |
2,3 ± 0,02 |
0,00 | 2,6 ± 0,22 |
13,4 ± 0,21 |
19,9 ± 0,24 |
Lignina | 0,1 ± 0,04 |
3,6 ± 0,83 |
0,9 ± 0,07 |
0,1 ± 0,04 |
0,00 | 0,7 ± 0,08 |
6,0 ± 0,10 |
6,5 ± 0,20 |
EB, energía bruta; EE, extracto etéreo; FAD, fibra ácido detergente; FB, fibra bruta; FND, fibra neutro detergente; MO, materia orgánica; MS, materia seca; PB, proteína bruta.
Los resultados de la digestibilidad de la materia seca (dMS), la digestibilidad de la materia orgánica (dMO) y la digestibilidad de la energía bruta (dEB) fueron superiores al 80% para el pastone, galleta líquida, la mayonesa y la harina de almendra, pero no alcanzó el 80% en el bagazo de cerveza, harina zootécnica, harina de cacao y kiwi (gráfico 1).
Gráfico 1. Representación de los coeficientes de digestibilidad de la materia orgánica (dMO) y energía (dEB) de los subproductos.
Se concluyó que la galleta líquida, el pastone, la mayonesa, y la harina de almendra, tienen un alto potencial para ser utilizados en las dietas líquidas para cerdos. Sin embargo, el bagazo de cerveza, la harina zootécnica, la harina de cacao y el kiwi, si se usan, deberían incluirse a niveles bajos, debido a su alto contenido de fibra (Sol et al., 2016).
Fuente: 3tres3