El ABC de la agricultura moderna

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Igual que la rueda cambió el desarrollo de la humanidad, hay inventos en el mundo de la agricultura que sirvieron para confeccionar un sistema agrícola moderno basado en el ahorro de tiempo, la disminución del esfuerzo físico y la eficiencia en la producción.

Con solo echar un vistazo a la historia de la agricultura nos damos cuenta de cuánto y cómo han cambiado las diferentes labores del mundo agrícola. Hemos pasado de siegas que duran meses enteros y todo un verano, a recolecciones de cereales que pueden hacerse prácticamente en unos días; de una dependencia total de la climatología y los factores externos a un control, más o menos eficiente, de plagas y de las inclemencias del tiempo; de tener determinados frutos solo durante su periodo de recolección natural a poder comprarlos en el mercado durante todo el añ;o y que su tiempo de mantenimiento en condiciones óptimas sea cada vez más elevado.

Posiblemente el sector agrícola es uno de los más beneficiados por el desarrollo de la mecánica, la bioquímica o la geología, por citar solo algunas de las muchas disciplinas relacionadas con ella. Lo más visible, aquello de lo que los antiguos se asombrarían, pasa por los avances tecnológicos y mecánicos, por estas grandes máquinas que, con un único ejemplar, son capaces de sustituir el trabajo de decenas de hombres. Pero no todo son máquinas, ya que los avances de la agricultura moderna también se han cultivado en el laboratorio, son de lo más variado e incluyen productos químicos y avances en el campo de la genética, pasando por todo el ciclo desde que se obtiene la semilla hasta que el fruto del campo llega a nuestra casa (obtención y selección de semillas, siembra, crecimiento, recolección, tratamiento, conservación, etc.)
Aquí os hablamos del origen y desarrollo de algunos de ellos avances que podemos considerar como el A, B, C de la agricultura moderna.

El tractor

Al hablar de desarrollo agrícola la primera imagen que nos viene es la de un tractor arrastrando sus aperos de labranza. Lejos quedan entonces los animales de carga portando arados y trillos. Posiblemente, el tractor sería el equivalente a la rueda, el símbolo más claro de la entrada de la agricultura en la era moderna. La llegada de los tractores logró hacer posible en pocas horas el trabajo de varios días de un agricultor, y los animales de tracción serían a partir de entonces sustituidos por esta máquina incansable, quedando el trabajo de campo ligado a ella.

El primer tractor fue inventado por el norteamericano John Froelich en 1892, en su granja de Illinois, donde puso en marcha con éxito el primer motor de gasolina que podía ser impulsado de atrás hacia adelante. Aquel primer tractor consistía en un rudimentario motor creado por Froelich para trillar el campo, fue bautizado como Horsepower y comercializado con los añ;os por la marca John Deere; tenía un motor de gasolina de 20 CV, ruedas traseras metálicas y dirección en las ruedas delanteras. Pocos añ;os después el también norteamericano Benjamin Holt se propuso aumentar todavía más la capacidad de tracción del motor de Froelich, y desarrolló un tractor de cadenas, una nueva máquina que tenía cadenas motrices en las ruedas traseras y una directriz delantera. El modelo inicial de Holt fue perfeccionado alargando las cadenas de las ruedas y añ;adiendo a la máquina un sistema de freno y embragues para cambiar velocidad de una cadena respecto a la otra. Será después de la II Guerra Mundial cuando los tractores tecnológicos den un salto definitivo, presentando ya una estructura similar a la actual e incorporando innovaciones y prestaciones que facilitaban no sólo su potencia sino que también la conducción y aumentaban la seguridad y comodidad del conductor.

Sistemas de Riego tecnificados

El riego es fundamental en la agricultura, los sistemas de acequias de los romanos, los persas y de los árabes son míticos, y los sistemas de riego más o menos controlados y tecnificados han sido empleados desde la antigüedad. Todos hemos oído hablar de los Jardines Colgantes de Babilonia y de los sistemas de control de aguas que utilizaban los egipcios, usando para ellos las crecidas de su recurso natural más preciado: el río Nilo.

Si hablamos de sistema de riego tecnificado tenemos que remontarnos a la Antigua Roma, donde usaban un sistema muy rudimentario que consistía en el enterramiento de vasijas de arcilla llenas de agua con el fin de que ésta se filtrara a través de la arcilla gradualmente por el suelo. Pero si hablamos de riego tecnificado tal y como lo concebimos ahora mismo, debemos retroceder hasta la Alemania de 1860, cuando los investigadores comenzaron a experimentar con la subirrigación, es decir, la distribución del agua por debajo de la superficie del suelo. En un principio, este sistema incluía tuberías de arcilla para crear un sistema mixto de riego que combinaba la irrigación y los sistemas de drenaje, pero con la invención del plástico este material se convirtió en fundamental en la elaboración de tuberías.

¿Qué ventajas aporta este sistema de riego? reducen la evaporación del suelo, disminuyendo así necesidades de agua, además de focalizar el suministro de agua, evitando que esta se desperdicie. El suministro centralizado de plantas permite un uso más eficiente de los recursos, tanto del agua como de los fertilizantes y los productos fitosanitarios. La automatización de los sistemas de riego, además, ahorra mano de obra, controles de dosis y aplicaciones, y disminuye el crecimiento de malas hierbas en las zonas no regadas. Además, con estos sistemas de riego controlados se pueden introducir técnicas de agricultura intensiva en suelos irregulares, rocosos o arenosos, sin la necesidad de expansión en la superficie.

Los fertilizantes

Los fertilizantes son nutrientes minerales creados por el ser humano que se utilizan para optimizar el crecimiento y, por tanto, controlar el ciclo de vida de algunas plantas y de sus frutos. Su origen comenzó a principios del siglo XIX, ligado al crecimiento de la población mundial y al miedo a que la superpoblación causara grandes hambrunas en el mundo. Tradicionalmente, la agricultura había utilizado fertilizantes de tipo natural (los denominados abonos) como podía ser el estiércol de animales o la quema controlada de tierra para enriquecer el sustrato del suelo. Sin embargo, las nuevas necesidades sociales provocadas por el desarrollo industrial y el crecimiento de las ciudades, exigían una mayor productividad en la agricultura y eso provocó el desarrollo de fertilizantes químicos, un tipo de compuestos artificiales asimilados rápidamente por las plantas y centrados únicamente en su desarrollo, dejando a un lado el abono de la tierra.

El primer abono químico llegó poco después de la I Guerra Mundial gracias a un científico alemán llamado Fritz Haber, que en 1918 ganó el Premio Nobel de Química por su desarrollo de la síntesis del amoniaco, un elemento químico que servirá como base para muchos fertilizantes agrícolas. De hecho, el primer fertilizante químico conocido como tal fue el sulfato amónico. Los fertilizantes químicos comenzarán a desarrollarse, sobre todo en la década de los añ;os 20, y tendrán una importante eclosión en la década de 1930, añ;o en el que aparece la urea, que actualmente es el abono nitrogenado más producido del mundo. Tanto el amoniaco como la urea cambiaron el panorama agrícola en el mundo. La disponibilidad de nitrógeno barato propició además que el aumento de la producción excediera al coste adicional de los fertilizantes: con poco más de 1 kg de nitrógeno por hectárea era posible aumentar en un 15% la cosecha de arroz o trigo, y hasta un 75% la de la patata.

Con el paso de los añ;os la elaboración de fertilizantes químicos ha sido constante e imparable. Pero en los últimos tiempos se ha producido un retroceso en su venta y en su uso, ya que está demostrado que, además de arrasar con suelos y de tener un efecto negativo en los ecosistemas donde son inducidos, los fertilizantes químicos (nitratos, en su mayoría) pueden tener efectos nocivos para el ser humano. La agricultura ecológica, en boga en la última década, promueve un tipo de agricultura libre de estos fertilizantes, pero a estas alturas nadie puede negar el importante papel que los fertilizantes químicos han tenido en el desarrollo de la agricultura moderna.

Semillas híbridas, fitorreguladores y hormonas

En la actualidad son muchos los que asociarán la expresión semillas híbridas a términos denostados y negativos como pueden ser semillas transgénicas. Pero no nos engañ;emos, la hibridación de semillas y de plantas es una práctica que se ha desarrollado desde el principio de los tiempos y, de hecho, sería prácticamente imposible hablar de agricultura moderna sin la existencia de estas semillas híbridas. Si nos remontamos a la época de los primeros agricultores, de los cuales ya hemos hablado en Espores.org, entenderemos cómo y porqué la domesticación de especies ha sido una práctica totalmente normal.

La primera domesticación consistía en convertir una planta silvestre en un cultivo programado y, a partir de ahí, los primeros agricultores pasaban a una segunda domesticación centrada en la búsqueda de aquellos individuos que tuvieran las mejores características para su reproducción y producción en su entorno. La hibridación de especies se producía tanto por la mezcla en un mismo espacio de diversas especies, como por la exportación de especies de su lugar autóctono a uno diferente, dando lugar a nuevas especies que se desarrollaban en condiciones climáticas y geológicas nuevas.

Sin embargo, no será hasta finales del siglo XIX cuando la hibridación se convierta en una ciencia certera, más allá de las casualidades climáticas y geológicas. El nacimiento de la genética como ciencia, vinculado a los descubrimientos de Mendel sobre las leyes de la herencia en 1886, propiciará una nueva generación de semillas híbridas creadas con el único objetivo de incrementar el potencial de rendimiento de una semilla determinada. El impacto fue muy alto y son una de las bases de aquello que entendemos como agricultura moderna. La principal ventaja es el incremento exponencial de la producción, maximizando todos los recursos. Además, el conocimiento genético de las semillas permite saber dónde y cómo pueden crecer mejor, y qué tipo de especies o de variedades pueden adaptarse mejor al tipo de suelo, a la humedad o al clima de una zona. Algunos informes han apuntado a la posibilidad de que en los países subdesarrollados el uso de semillas no híbridas sea en parte responsable de una mayor deforestación de los suelos como consecuencia de la baja productividad y la degradación del ecosistema.

Si abrimos un poco más los ojos en el campo de la genética, nos encontramos con los fitorreguladores, componentes fundamentales de la horticultura moderna. Los fitorreguladores modifican y ofrecen una solución a las deficiencias fenotípicas, y el uso de estas substancias tiene la ventaja, sobre el mejoramiento genético, pues las plantas son modificadas de acuerdo a algunas necesidades del horticultor como pueden ser el desarrollo de la planta, el incremento del número y calidad de sus frutos, o la manipulación del proceso de maduración. Además, nos faltaría hablar de las hormonas, consideradas en este campo como reguladores químicos aplicados a los cultivos vegetales que permiten excitar la respuesta fisiológica de las plantas produciendo sustancias químicas en muy baja concentración. Estas hormonas reciben entonces el nombre de fitohormonas.

Invernaderos y plasticultura

Podemos decir que un invernadero es cualquier estructura cerrada que permite obtener unas condiciones artificiales de microclima, para cultivar plantas en condiciones óptimas en cualquier estación del añ;o. Las ventajas de los cultivos de invernaderos son fundamentalmente la precocidad de frutos y el aumento de rendición y producción de la tierra, además del ahorro de agua y de fertilizantes, del control de insectos, enfermedades y plagas.

Según las fuentes documentales, el origen de los invernaderos tal y como lo conocemos hoy en día se remonta a los specularium romanos, desarrollados por esta civilización clásica para cultivar flores, hortalizas y frutas durante el invierno. En un principio los specularium eran una estructura de pared sin techo en la que se colocaban y cultivaban pequeñ;as plantas. En la época invernal los encargados mantenían el calor encendiendo hogueras en el exterior. Con el paso del tiempo se convirtieron en edificios que incluían un techo de mica para permitir que la luz y el calor entraran y se mantuvieran dentro de la estructura. Sin embargo, a pesar de ser desarrollados hace más de 2.000 añ;os, no será hasta la mitad del siglo XX cuando los invernaderos se conviertan en un elemento fundamental en la agricultura de todo el mundo. Actualmente existe una gran diversidad de invernaderos que atienden a las diferentes necesidades de agricultores y productores. Entre los modelos más comunes encontraríamos los invernaderos planos o tipo parral, los tipo raspa y amagado, tipo asimétrico o inacral, capilla, los invernadero de doble capilla, de túnel o semicilíndricos y los invernaderos de cristal.

Totalmente ligada al desarrollo de los invernaderos está la plasticultura, ya que desde que se empezaron a utilizar bolsas de polietileno negro para la producción forestal son muchos los cultivos que se desarrollan gracias a la ayuda de estos plásticos, cuyo uso ha permitido el desarrollo de nuevas técnicas de producción integrando todos los procesos agrícolas desde la siembra hasta la postcosecha y el mantenimiento. Dentro de las técnicas desarrolladas por la plasticultura destacan las cubiertas flotantes, muy utilizadas en todo el mundo. Se trata de unas láminas de plástico que se colocan sobre el cultivo tras la siembra y que crean un microclima favorable para que la planta crezca en una zona y en una época concreta. Conforme las plantas van creciendo, los plásticos se van elevando. Otra técnica relacionada es la de los microtúneles realizados con láminas de plástico flexible, que se adaptan perfectamente a estructuras semicirculares y sencillas. Estos túneles protegen los cultivos del frío, el viento y las heladas.

Fuente: http://www.espores.org/index.php?option=com_k2&view=item&id=389:agricultura-moderna-historia&Itemid=5&lang=es