Este artículo considera los componentes de la transmisión de enfermedades en la cadena de suministro de ingredientes de piensos y cómo los fabricantes de piensos pueden mitigar el riesgo de transmisión a través de ingredientes contaminados. Destacamos cómo la transmisión de enfermedades a través de ingredientes y piensos contaminados está bien documentada. También revisamos cómo la probabilidad de propagación de enfermedades a través de la cadena de suministro del pienso depende del riesgo de: 1) que el pienso o sus ingredientes se contaminen con un patógeno infeccioso y 2) del riesgo de que el patógeno sobreviva en la suficiente cantidad y mantenga su nivel de infectividad para completar el proceso de transmisión de la enfermedad.
En el último medio siglo, la cadena de suministro que proporciona ingredientes para la alimentación de cerdos se ha convertido en una red global. Por supuesto, esto no es exclusivo de la cadena de suministro de piensos para cerdos. Como tantas cosas que consumimos en nuestra vida diaria, estos ingredientes pueden viajar rápidamente por todo el planeta e ingresar a la dieta diaria de los animales que criamos. Posteriormente, la carne de cerdo y los subproductos que producimos también pueden viajar de regreso a esa misma economía alimentaria global para ser consumidos por personas y animales en casi cualquier lugar donde exista una relación comercial activa (imagen 1).
Considerando el potencial de transmisión de enfermedades y el movimiento de productos tanto a nivel local como global, ¿cuáles son las posibles implicaciones en la bioseguridad de nuestras granjas porcinas? ¿Es este riesgo lo suficientemente importante como para realmente dedicar tiempo a preocuparnos? Este artículo se centrará en describir la cadena de suministro de ingredientes de piensos para cerdos y cómo estos pueden actuar como vía de transmisión de enfermedades. Además, discutiremos algunas de las estrategias de prevención que se recomiendan comúnmente para mitigar el riesgo de transmisión de enfermedades en este segmento de la industria.
Como primer paso para comprender los riesgos, es importante categorizar los ingredientes del alimento de una manera que nos ayude a evaluar el riesgo real. Los ingredientes de los piensos para cerdos se pueden clasificar de la siguiente manera:
Ingredientes de origen animal (a menudo subdivididos en productos de origen animal y no animal)
Procesados (por ejemplo, harinas de carne, harinas de sangre, productos de grasa animal, etc.)
Secado por atomización (por ejemplo, plasma sanguíneo secado por atomización)
Proteínas hidrolizadas (es decir, subproducto del proceso de fabricación de heparina humana)
Ingredientes de origen no animal
Productos a base de plantas
Minerales
Vitaminas y aminoácidos
Otros ingredientes de piensos (por ejemplo, antimicrobianos, aromatizantes, etc.)
Después de comprender las categorías de ingredientes del alimento, el siguiente paso es evaluar sistemáticamente si el riesgo de transmisión de enfermedades para cada tipo de ingrediente es bajo, medio o alto. Investigadores de la Universidad de Minnesota y la Universidad Estatal de Kansas publicaron un proceso de toma de decisiones para evaluar el riesgo de transmisión de patógenos en ingredientes de piensos importados que se puede aplicar a cualquier ingrediente, ya sea que se muevan a nivel local, regional, nacional o internacional. Este proceso utiliza una versión de las siguientes preguntas:
¿El ingrediente cumple con la legislación pertinente sobre seguridad alimentaria que rige la trazabilidad y las buenas prácticas de fabricación?
¿Se encuentran los animales en el sitio o cerca del lugar donde se fabrica el ingrediente? (imagen 2)
Si hay animales presentes, ¿ha habido un brote de enfermedad en los últimos 6 meses?
Si ha habido un brote de enfermedad, ¿fue una enfermedad de declaración obligatoria? (¿o era una enfermedad con implicaciones económicas importantes para la producción porcina?)
¿El fabricante de ingredientes incorpora un proceso de inactivación de patógenos validado en la fabricación de su producto?
Imagen 2. Proximidad de vehículos de transporte contaminados y almacenamiento a la intemperie de maíz. Cortesía del Dr. Doug McDougald.
Imagen 2. Proximidad de vehículos de transporte contaminados y almacenamiento a la intemperie de maíz. Cortesía del Dr. Doug McDougald.
Uno puede ver claramente que evaluar a fondo el verdadero riesgo de cada ingrediente, especialmente aquellos que provienen de un país extranjero, podría ser una tarea compleja. Tras la experiencia de PEDV en América del Norte y el aumento de la peste porcina africana en Europa y Asia, el enfoque en la evaluación del riesgo de ingredientes individuales ha aumentado drásticamente. Algunas investigaciones incluso han identificado ciertos ingredientes que conllevan un riesgo significativamente mayor o menor de contaminación y supervivencia de patógenos.
Sin embargo, a pesar de que ciertos ingredientes se han clasificado en categorías de riesgo, un dilema importante para los investigadores que analizan la transmisión de enfermedades en los ingredientes de los piensos es el hecho de que es probable que los eventos de contaminación reales sean muy poco frecuentes y, por lo tanto, muy difíciles de identificar. Además, si los ingredientes del pienso o el pienso se contaminan con un patógeno, no es probable que se distribuya uniformemente por todo el “lote” del ingrediente o pienso final y eso hace que la probabilidad de encontrarlo a través de un programa de muestreo aleatorio sea casi imposible. Pero, aunque es probable que la frecuencia de estos eventos sea muy baja, su impacto puede ser catastrófico.
Entonces, ¿cómo puede un fabricante de piensos que compra ingredientes en un mercado global gestionar los riesgos asociados con los ingredientes que compra para utilizarlos en su producto final? La investigación sobre esta preocupación se centra en la mejor manera de responder a esta pregunta. Mientras tanto, se están incorporando varias estrategias de mitigación de riesgos en la forma en que se compran y utilizan los ingredientes. De entre estas estrategias destacan las siguientes:
Regulaciones gubernamentales que prohíben el uso de ciertos ingredientes en la alimentación animal (por ejemplo, regulaciones sobre la alimentación con productos alimenticios de desecho); Emplear límites autoimpuestos en la compra de ingredientes basados en una evaluación independiente del país de origen y el proceso de fabricación para evaluar el riesgo; Mantener los ingredientes a una temperatura mínima durante un período determinado de tiempo (inventario); y Agregar mitigantes químicos u otros co-ingredientes que se ha demostrado que inactivan patógenos infecciosos (ejemplos formaldehído, ácidos grasos de cadena media). En el artículo final de esta serie, nos centraremos en la bioseguridad del proceso de fabricación y distribución de piensos. https://www.3tres3.com/articulos/bioseguridad-de-piensos-para-cerdos-en-la-etapa-de-prefabricacion_45975/