En la producción avícola, Escherichia coli ha tenido una reputación de oportunista, causando infección solo después de que un patógeno primario despejó el camino. Pero según un experto, la investigación muestra que muchas cepas son capaces de causar enfermedades directamente. Y con la resistencia a los antibióticos en aumento, el control y la prevención son esenciales.
Hablando con Poultry Health Today en el Congreso de la Asociación Mundial de Avicultura Veterinaria de 2019 en Bangkok, Lisa Nolan, PhD, profesora de la Universidad de Georgia, dijo que cuando comenzó a estudiar E. coli hace décadas, no estaba claro que había un diferencia entre cepas patógenas y avirulentas.
“De hecho, en ese momento, la enfermedad causante de E. coli en las aves se consideraba un comensal que … se metió en el ave correcta en el momento equivocado”, dijo. “Pero a lo largo de los años, nuestro estudio demostró que muchas de las enfermedades que causan E. coli en las aves estaban muy bien equipadas para hacerlo, eran patógenos muy desarrollados”.
Además, señaló Nolan, su investigación mostró que, si bien algunas cepas de E. coli causan enfermedades de manera oportunista, la gran mayoría de las cepas de E. coli patógenas aviarias (APEC) pueden causar enfermedades en aves sanas. En todo el mundo, E. coli también es cada vez más resistente a múltiples medicamentos, agregó, por lo que los antibióticos a menudo ya no son una solución efectiva.
Gestión, control y diagnóstico. Para mantener las bandadas protegidas contra E. coli cada vez más virulenta y resistente, los productores deberían centrarse en la gestión, el control y el diagnóstico, dijo Nolan.
“Siempre es una buena práctica utilizar buenas técnicas de manejo, tratar de prevenir otras enfermedades que predispongan a las aves a la infección”, aconsejó.
“En algunos casos, eso incluye la vacunación [contra E. coli]. Pero realmente necesita consultar con su veterinario para determinar si eso es apropiado, si es rentable en sus aves y va a controlar la E. coli que está ocurriendo en sus aves “.
Para optimizar sus estrategias de control y gestión de E. coli, Nolan insta a los productores a utilizar los diagnósticos para comprender exactamente a qué se enfrentan. La serología es una herramienta para escribir E. coli, dijo Nolan, mientras que las nuevas técnicas moleculares proporcionan información más profunda. “Ahora hay muchas herramientas moleculares para observar los grupos de sueros de E. coli o la colección de genes de virulencia”, dijo. “Me gusta usar ambos enfoques. Creo que cuanto más sepamos sobre ellos, mejor equipados estamos para lidiar con ellos ”.
Armados con esta información de diagnóstico, los productores pueden tomar decisiones más informadas sobre la mejor manera de controlar E. coli en sus granjas, dijo Nolan. “Si sabemos que [la E. coli] contiene una variedad de genes de virulencia relacionados con APEC, podemos estar bastante seguros de que tenemos un patógeno bien desarrollado. Si no contienen la causa de la enfermedad y sus aves no contienen muchos de estos genes de virulencia, entonces podría estar lidiando con un patógeno oportunista ”, explicó, y señaló que el manejo puede ser suficiente para controlar E. coli en estos casos
“Mientras que si es un patógeno bien desarrollado, entonces la vacunación podría ser su mejor [opción]. Por lo tanto, usar estas herramientas moleculares para distinguir primero si se trata de un patógeno comensal o [primario], y luego, qué patógeno en particular está tratando tiene mucho sentido para mí “.
Referencia: http://bit.ly/3bJIEkY
