En la entrada de hoy comentaremos una serie de buenas prácticas de laboratorio para evitar errores durante la evaluación de la calidad de un eyaculado.
Sea cual sea el método de análisis, debemos conseguir estandarizar la metodología de trabajo en el laboratorio y establecer los protocolos. De esta forma, independientemente de quien sea el operario que lleva a cabo el análisis, los pasos a seguir serán siempre los mismos y no habrá variación en los resultados. Par empezar, expondremos generalidades comunes a todos los sistemas.
Generalidades: Homogeneización de la muestra en cada una de las etapas (toma de muestra, dilución y análisis): Debemos tener en cuenta que un eyaculado no es una solución homogénea (plasma seminal, espermatozoides, diluyente opcional para el lecho de recogida…). Además, muchas veces cuando se realiza el análisis de un eyaculado, ha pasado cierto tiempo tras su extracción y se produce una estratificación de los componentes, depositándose los espermatozoides en el fondo del recipiente. Por ello, previamente a la toma de cualquier volumen en cada una de las tres etapas, debemos proceder a la homogeneización para una distribución homogénea de los espermatozoides y obtener así una muestra representativa.