La Influenza Aviar (IA) es una enfermedad viral altamente contagiosa y patogénica de las aves que es causada por virus de Influenza Tipo A, siendo los subtipos H5 y H7 los responsables más frecuentes de los brotes y epizootias de IA en aves domésticas que ocurren a nivel mundial.
La primera epizotía documentada científicamente por el veterinario Edoardo Perroncito, tuvo lugar en el Piemonte italiano en 1878, aunque existen reportes de altas mortalidades ocurridas a aves a través de los siglos. Esta enfermedad fue inicialmente conocida como Peste Aviar.
Baja & alta patogenicidad
Los virus de IA pertenecen a la familia Orthomyxoviridae, existiendo virus de Baja y de Alta Patogenicidad. Los agentes altamente patogénicos son aquellos que poseen un Índice de Patogenicidad Intravenosa (IPIV) igual o mayor a 1.2. Tanto los virus de baja, como los de alta patogenicidad son notificables y deben ser reportados obligatoriamente a la Oficina Internacional de Epizootias (OIE)/Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) con sede en Paris, Francia.
Aves migratorias.Un concepto de gran importancia en epidemiología veterinaria, es el tener en consideración y saber que las aves silvestres migratorias son hospedadores naturales de virus de IA, los cuales se caracterizan generalmente por ser virus de Baja Patogenicidad. Por su parte, las aves domésticas, son hospedadores aberrantes, ya que cuando un virus de baja patogenicidad las coloniza e infecta, estos agentes pueden mutar a virus de alta patogenicidad, provocando la enfermedad con altas tasas de morbilidad y mortalidad.
En caso de que se confirme la presencia de un virus patogénico de IA, y el hecho haber tenido un reporte oportuno y temprano de la presencia de un foco positivo, dará la oportunidad a que las autoridades sanitarias veterinarias oficiales procedan a implementar la cuarentena de la granja y/o granjas infectadas y a establecer las medidas contra-epidémicas estableciendo una zona focal de tres kilómetros y una zona perifocal de 7 kilómetros (total 10 kms).
La Asociación Nacional de Avicultores, junto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería de cada país, si fuera posible, deberán levantar y contar con un fondo suficientemente importante de recursos monetarios para:
Poder garantizar al productor avícola en caso de que su parvada sufra una baja de consumo de alimento inesperado y una inusual alta mortalidad.
Estimular al avicultor para que haga el llamado a los servicios veterinarios del estado, con el objeto de que los veterinarios especialistas se presenten en la o las granjas para investigar el caso.
El fondo pecuniario dará la oportunidad, la certeza y la seguridad al avicultor de que, una vez pasada la emergencia sanitaria y en caso de que su parvada haya sido sacrificada, el propietario de la granja pueda recomenzar en su debido tiempo sus actividades como productor de pollo o huevo.
La presencia de un fondo de compensación estimula el reporte oportuno de un brote de influenza aviar o de otra enfermedad infecto-contagiosa en un establecimiento avícola o ganadero y es clave en la prevención y control de la Influenza Aviar.
Se procederá a hacer el control de la movilización de aves vivas o muertas, alimento, gallinaza y pollinaza, la entrada y salida de personal, objetos y vehículos de la granja afectada.
Se procederá al sacrificio humanitario de las aves vivas infectadas y se dispondrá de los cadáveres enterrándolos en fosas excavadas dentro de la propiedad, si posible.
La pollinaza y la gallinaza deben ser compostadas e inactivadas por medio un tratamiento térmico a 60ºC y puestas en sacos antes de poder salir de la granja.
Las instalaciones deben ser limpiadas, lavadas y desinfectadas y deberán tener un descanso sanitario hasta que los muestreos virológicos demuestren ser negativos a la presencia de virus de IA. Solamente así se podrá proceder a la repoblación de la granja.
Cuando estas medidas y acciones se han implementado oportunamente, con toda disciplina, profesionalismo y disponiendo de los recursos económicos y el conocimiento tecnológico, se habrá logrado evitar la diseminación de brotes de IA en una región geográfica –como en Estados Unidos, Canadá y Países Bajos, por mencionar algunos recientes–.
En la actualidad, además de las vacunas inactivadas oleosas se están empleando inmunógenos elaborados con la nueva tecnología de la Genética Reversa, los cuales han colaborado valiosamente en proveer una mejor inmunización de las aves comerciales a nivel de campo