El Dr. Mario Penz Jr y el Dr. D.G. Bruno de Provimi América Latina en Brasil identificaron futuros desafíos para la industria avícola en una presentación realizadaen el Simposio de Ciencias Avícolas australiano
Uso de aditivos: ¿asunto económico, político o técnico?
Las restricciones en el uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento (debido a la demanda de los consumidores y a que hace poco que se ha entendido la interacción entre los nutrientes y la salud intestinal, la microflora intestinal y el sistema inmunitario) necesitarán de nutricionistas para cambiar los paradigmas.
Parece que habrá una necesidad creciente de concentrar los esfuerzos en la modulación de la microflora intestinal y el sistema inmunitario a través del uso de nutraceúticos en lugar de controlar enfermedades entéricas con componentes terapéuticos (Ferket, 2009).
Además, el cumplimiento de las recomendaciones relacionadas con el manejo de la salud de la parvada y la bioseguridad en la granja se volverá cada vez más crítico.
Hoy en día, hay una amplia variedad de nutraceúticos en el mercado, incluidos los acidulantes, prebióticos, probióticos, aceites esenciales, enzimas, osmorreguladores, nucleótidos, óxido de cinc, etc.
Nutrición perinatal
Debido a la mejora genética y la reducción de edad en el mercado, el periodo perinatal de los pollos corresponde con el 50 por ciento de su ciclo vital. Por lo tanto, la gestión nutricional durante esta etapa, que pretende asegurar el suministro adecuado de agua y alimento a las aves, se volverá cada vez más crítico.
Los estudios han mostrado que las consecuencias de la restricción de agua o alimentos balanceados durante las primeras horas de vida de los pollitos tienen como resultado daños en el vello intestinal (Geyra et al., 2001; Viola et al., 2009). Se demostró que el acceso a la energía y los nutrientes inmediatamente después de la salida del huevo acelera el desarrollo intestinal y, consecuentemente, el crecimiento del broiler (Uni et al., 1998).
En este contexto, el suministro de nutrientes específicos y el establecimiento de prácticas concretas de manejo dedicadas a esta fase serán cada vez más importantes y las dietas de preiniciación se administrarán ampliamente.
Otra tecnología que se está volviendo cada vez más popular es la nutrición in ovo: los nutrientes se inyectan en el líquido amniótico del embrión durante la última fase de la incubación, lo que estimula el desarrollo y la maduración del vello intestinal antes de salir del huevo.
Foye et al. (2007) observó que los pollitos que habían tenido alimentación in ovo tenían mayores concentraciones de enzimas digestivas. Kornasio et al. (2010) también descubrió un rendimiento más alto de los músculos del pecho en pollos alimentados in ovo, provocado por la influencia de los nutrientes en las células satélite del músculo.
Alimentos balanceados
En cuanto a la estructura de los alimentos balanceados, en un futuro cercano, habrá al menos dos desafíos para la industria de proteína animal.
El primero tiene que ver con los asuntos reguladores que llevan a cabo los diferentes países, con ganas de producir trazabilidad y sostenibilidad.
En 2005, las naciones de la UE establecieron el reglamento 183/2005/CE que se puso en práctica a principios de 2006. El objetivo principal estaba relacionado con la higiene en los alimentos balanceados animales y garantizar la inocuidad en la comida para humanos y animales.
Reglamentos como este se han promovido en diferentes países, sobre todo en aquellos que exportan carne, para empezar a aplicar buenas prácticas de manufactura (GMP, en inglés).
Todos estos nuevos reglamentos requieren inversiones en estructuras de alimentos balanceados y una buena información en bases de datos para preservar la trazabilidad del producto final que estaría disponible para los consumidores.
El segundo consiste en comprender el concepto de segregación de ingredientes.
Hasta ahora, los comerciantes han considerado el maíz y la soya como materias primas. La composición del nutriente final no siempre supone una gran diferencia en las negociaciones.
En el futuro, esta simplificación excesiva no se aceptará, cuando los alimentos balanceados continúen representando al menos el 70 por ciento del coste final de un negocio que cada vez está más ligado a los costes de eficiencia.
Por lo tanto, se necesitará tener en cuenta más seriamente las variaciones de nutrientes en los ingredientes debido a la variedad de plantas cultivadas, el procesamiento, la cosecha anual, la densidad nutricional, la presencia de micotoxinas, etc. si el propósito principal del negocio es alcanzar el concepto de precisión nutricional.
Como ejemplo, Zhou et al. (2010) observó que la razón entre amilosa y amilopectina es uno de los factores que determinan la verdadera energía metabolizable del maíz, y se puede usar para predecir la energía disponible para las aves. Li et al. (2000), a través de la ingeniería genética, fueron capaces de mejorar la calidad nutricional del maíz al desarrollar variedades bajas en filatos. Neoh y Ng (2006), en el estudio de la soja triturada proveniente de Malasia, EUA y Argentina, pudieron identificar las diferencias en la energía metabolizable aparente de muestras que influyeron en el rendimiento de los pollos.
Por lo tanto, está claro que al menos estos ingredientes no puedan considerarse más como materias primas y su aspectos cualitativos y cuantitativos deben tenerse más en cuenta cuando se da la toma de decisiones.
Para acomodar las diferencias de ingredientes, el concepto de segregación se debe aplicar en las fábricas de alimentos balanceados. Se demandarán inversiones en silos para almacenar las diferentes remesas, según las características nutricionales de los ingredientes. Para el maíz y otros cereales, además de invertir en silos, las fábricas de alimentos necesitarán poner en práctica estructuras de limpieza y el uso de separadores densimétricos deberá convertirse en una práctica habitual para separarlos según la densidad.
Sin embargo, la puesta en práctica de la segregación de ingredientes se ve limitada por técnicas de análisis por vía húmeda, que son normalmente caros y llevan mucho tiempo. Esta limitación puede superarse con el uso de la espectroscopia del infrarrojo cercano (NIRS, del inglés), que permite un análisis inmediato de la energía así como de la composición de aminoácidos y la digestibilidad de cada remesa de alimentos balanceados (Penz-Jr et al., 2009).
Por lo tanto, el diseño de nuevas fábricas de alimentos balanceados tendrá que tener en cuenta el uso de la NIRS y facilitar más almacenamiento, dosificación y flexibilidad al moler, lo que permitirá ahorros que no son factibles hoy debido a la falta de infraestructura física.
Innovación tecnológica
El progreso de la tecnología de la información permitirá la aplicación de modelos de crecimiento y varias ecuaciones matemáticas relativas, lo que estimará el crecimiento animal según las condiciones de cría. El objetivo final será optimizar el proceso de cría como una función de las necesidades de la compañía o el avicultor. Los modelos de ración alimenticia y de predicción de crecimiento del pollo según diferentes escenarios, como los desarrollados por Emmans, Fisher y Gous, tendrán una mejor definición de estrategias que favorecerá la eficiencia de la producción.
Gous (2005) también mencionó que la idea de abandonar la propuesta de formulación convencional y adoptar una propuesta dinámica, basada en diferentes factores además de aquellas que se consideran formulaciones de menor coste, no es nueva.
Además de los modelos de crecimiento, se podrán usar los modelos de simulación para evaluar riesgos y optimizar el rendimiento financiero usando la extracción de datos (correlaciones, clasificaciones, asociaciones, redes neuronales y agrupaciones) y el análisis de datos por bioinformáticos, metanálisis y técnicas holoanalísticas (Ferket, 2009). Los sistemas de información geográfica (SIG) se usan ya para la distribución por zonas de la producción y la programación, que permiten la correlación de los parámetros de rendimiento con la localización geográfica de los galpones en términos de altitud, latitud y longitud.
Estas herramientas se están volviendo cada vez más importantes en la toma de decisiones sobre qué producto se debería usar para maximizar el rendimiento económico de las aves según las diferentes condiciones de cría. Sin embargo, el uso eficiente de estas herramientas depende de la disponibilidad de datos precisos y detallados, con un inventario completo del galpón.
Hay herramientas todavía más futuristas para controlar el rendimiento animal en tiempo real. La técnica de sistemas de gestión integrados (IMS, del inglés) intenta ofrecer un sistema en tiempo real en línea y completo, sin interferencia humana alguna, excepto cuando se detecte algún problema. Esta técnica la maneja un sistema de análisis de imágenes visual que, con el uso de cámaras situadas en los galpones, permite una recolección de imágenes continua.
Al medir el área aviar y la longitud, se pueden determinar la masa corporal del ave y el rendimiento de los cadáveres de las aves con una precisión similar a las tablas convencionales (Penz-Jr et al., 2009). Esta técnica ya se utiliza en Europa con cerdos y las mediciones predictivas con broilers aún están estudiándose porque las plumas dificultan saber cuál es la superficie exacta de carne (Green y Parsons, 2006).
En la innovación científica, se debe consideran un nuevo campo de conocimiento en nutrigenómica. La nutrigenómica estudia las relaciones moleculares entre la nutrición y la respuesta genética, y tiene como objetivo comprender cómo los nutrientes o regímenes de alimentos balanceados, con su consecuente influencia en los parámetros de rendimiento se inducen en la expresión genética.