En busca del mejor método para medir el uso de antibióticos en ganadería

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En busca del mejor método para medir el uso de antibióticos en ganadería

Un estudio ha analizado los sistemas para medir el uso de antibióticos en animales para consumo humano que se utilizan en Europa, Estados Unidos y Canadá para buscar la forma más eficiente. Todos los métodos para medir el uso de antibióticos tienen sus puntos débiles.

Medir la cantidad de antimicrobianos que se administra a los animales destinados al consumo es clave para comprender cómo disminuir la resistencia a los antimicrobianos cuando los patógenos desarrollan defensas contra ellos. Sin embargo, medir el uso real de antimicrobianos en animales a gran escala sigue siendo un desafío logístico. Debido a que los datos sobre las ventas de antimicrobianos para su uso en animales destinados al consumo son más fáciles de obtener, con frecuencia se utilizan a nivel nacional como sustituto del uso de antimicrobianos, España es un ejemplo.

En un estudio publicado recientemente en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy, los científicos de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell analizaron cuatro métodos de medición diferentes utilizados en todo el mundo con la esperanza de guiar al Gobierno de Estados Unidos (EEUU) hacia un sistema más unificado. Cada grupo usó ecuaciones similares para calcular cuántos antimicrobianos veterinarios se vendieron para su uso en animales destinados a la alimentación cada año, pero con algunas diferencias clave, y ningún método fue especialmente efectivo, explica Renata Ivanek, profesora asociada de Medicina de Población y Ciencias Diagnósticas. “Nuestro estudio ayudará a la acción mundial contra la resistencia a los antimicrobianos”, asegura Ivanek.

Ivanek y Ece Bulut, becaria postdoctoral en el laboratorio de Ivanek, analizaron los métodos utilizados por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), la Vigilancia Europea del Consumo Veterinario de Antimicrobianos (ESVAC), la Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE); utilizando datos de ganado y ventas de antimicrobianos específicos de Estados Unidos. En general, los científicos encontraron que el método de la FDA tenía un mayor nivel de detalle al estimar el peso total del animal en un país, mientras que el método de la OIE era más fácil de usar y aplicar a muchos países del mundo. Los otros dos métodos estaban entre medias, con un alto nivel de resolución similar al de la FDA y la facilidad de comparación de la OIE.

Los investigadores explican que cada método emplea una fórmula similar: el total de kilogramos de ventas de antimicrobianos en un año para una especie animal destinada a la producción de alimentos en un país se divide por el peso total de todos los animales de esa especie (es decir, la biomasa) presentes en un año. El número resultante es la cantidad total de ventas de antimicrobianos por kilogramo de peso animal en un año. Los cuatro métodos utilizan las ventas nacionales de antimicrobianos, los datos de población animal y el peso promedio de los animales en un país para sus cálculos para estimar las ventas de antimicrobianos ajustadas por peso por categoría de animal.

“Por ejemplo, al coincidir con las características de su agricultura, la Unión Europea no incluye el ganado vacuno que ha parido en la estimación de las ventas de antimicrobianos ajustadas por peso, pero esa es una categoría importante de producción ganadera en los EEUU”, apunta Bulut. “Por lo tanto, el peso del ganado en EE. UU. se subestimaría si se utiliza la metodología de la Unión Europea”, remarca.

CADA MÉTODO DE MEDICIÓN DE USO DE ANTIBIÓTICOS EN GANADERÍA TIENE SUS FALLOS

Bulut considera “sorprendente” descubrir que las cuatro metodologías dieron como resultado estimaciones “sustancialmente diferentes” y señaló que la FDA y la OIE generaron estimaciones de biomasa más altas que las demás. La razón de esto, dice Bulut, es que la FDA y la OIE utilizan el peso de los animales en el momento del sacrificio, mientras que los métodos canadiense y europeo utilizan el peso de los animales en el momento del tratamiento. Para los investigadores cada método tiene sus fallos. El uso del peso de sacrificio de un animal generalmente sobrestima el número real de biomasa, ya que la mayoría de los animales suelen pesar más en el sacrificio que cuando reciben tratamiento antimicrobiano.

Por otro lado, es difícil obtener datos anuales precisos sobre el peso de los animales en el momento del tratamiento, por lo que los métodos canadienses y europeos utilizan los mismos valores de peso estandarizados durante varios años a la vez, lo que ignora los posibles cambios de peso para una categoría de animal en un país en el que, por ejemplo, los animales se crían de manera diferente o por un período de tiempo diferente.

“Comprender los matices sobre los parámetros de peso utilizados en los cuatro métodos y su influencia en las ventas de antimicrobianos ajustadas por peso no solo ayuda a interpretar las estimaciones, sino que también puede guiar los esfuerzos de investigación futuros para monitorear las ventas de antimicrobianos”, afirma Ivanek.

El estudio también expone el hecho de que ninguna de estas herramientas es perfecta para monitorear las ventas de antimicrobianos veterinarios. “Todas las metodologías están limitadas por la calidad de las bases de datos de la población animal real y el peso de los animales”, dijo Bulut. “Además, los parámetros de peso utilizados por todas las metodologías son defectuosos”, lamenta. Al exponer estos problemas, los científicos esperan inspirar más rigor en los sistemas utilizados para monitorear el uso de antimicrobianos. “Esperamos que nuestros hallazgos abran el camino hacia una metodología mejor y, con suerte, más uniforme para rastrear el uso de antimicrobianos a nivel mundial mediante los esfuerzos para resolver las limitaciones identificadas”, señala Ivanek.

“Aún más importante, una vez que tengamos una buena comprensión de cuándo, por qué y cómo se usan realmente los antimicrobianos en los animales destinados al consumo humano, podremos evaluar si las reglamentaciones tienen éxito y ayudar a futuras políticas y estudios sobre la asociación entre el uso de antimicrobianos en animales y la carga de One Health de la resistencia a los antimicrobianos”, concluye.

ESFUERZOS PARA FAVORECER EL USO RESPONSABLE DE ANTIBIÓTICOS EN GANADERÍA

En definitiva, una buena medición del uso de los antimicrobianos en ganadería es una buena herramienta para favorecer su uso responsable, como se defiende desde el sector de la salud animal. En este sentido, Zoetis reafirmó con motivo de la Semana Mundial de Concienciación Sobre el Uso de Antibióticos en noviembre de 2021 su compromiso con el uso responsable de los antibióticos en el sector ganadero y veterinario. Entre otros, destacó sus esfuerzos en formación a estos profesionales, en cuyas manos pone además numerosas herramientas que les permiten racionalizar su uso. Una de estas herramientas es VetCloud, un repositorio digital de informes y documentos de los diferentes servicios que la compañía de salud animal pone a disposición del veterinario.

Zoetis VetCloud, explican, es además el ‘brazo digital’ de Sensitrack, servicio para el seguimiento de la sensibilidad antimicrobiana en explotaciones de porcino, que permite la vigilancia tanto de los patógenos en granja, como de la aparición o evolución de las resistencias antimicrobianas, facilitando a los veterinarios documentación fiable sobre la cual basar sus decisiones terapéuticas y prescripciones antibióticas.

Con la adición de Zoetis VetCloud, ahora es posible realizar este seguimiento a lo largo del tiempo, por lo que el veterinario tendrá a su disposición en la ‘nube’ de Zoetis todos los estudios de sensibilidad antibiótica realizados, pudiendo observar la evolución desde el origen. https://www.animalshealth.es/ganaderia/busca-mejor-metodo-medir-uso-antibioticos-ganaderia