La enfermedad de Marek, hoy en día, es la principal entidad patológica del grupo de las neoplasias transmisibles de las aves. La descripción de la enfermedad efectuada por Calnek en1991, sigue vigente.
No obstante en campo se vienen observando modificaciones en la presentación %u201Chabitual%u201D de la enfermedad, lo que ha llevado a formular algunas hipótesis sobre posibles cambios o evolución biológica del virus de Marek. A continuación detallamos la evolución clínica de la enfermedad y del virus causante de la misma.
1907: La enfermedad fue diagnosticada como un síndrome paralítico de baja morbilidad y baja mortalidad (mMDV).
1950: Se observan tumores en vísceras, alta morbilidad y alta mortalidad y se aíslan virus virulentos (vMDV).
1970: A inicios de la década se introducen las primeras vacunas y se pudo controlar la enfermedad.
1970: Finales de la década, se produce un incremento de la virulencia del virus y se logran los hallazgos de virus muy virulentos (vvMDV).
1990: Inicios de la década los virus muy virulentos (vvMDV) y la aparición de los virus %u201Cplus%u201D virulentos (vv MDV), demuestran que son capaces de romper la inmunidad conferida por vacunas mono y bivalentes.
Además de reducir la eficacia de la vacunación, los vvMDV y vv MDV se caracterizaron por inducir diversos síndromes como:
– El síndrome de mortalidad temprana (aves no vacunadas o fallas en la vacuna). – Arteriosclerosis (muy rara, aves sin Ac. maternales y sin vacuna).
– Parálisis transitoria aguda (presentación súbita, de 24 a 48 horas, pollos de 30 %u2013 40 días de edad no vacunados).
– Enfermedad neurológica persistente.
– Desarrollo de tumores.
La importancia que ha tomado la EM en los últimos años, está respaldada por tres causas que pueden actuar aislada o conjuntamente.
1. La posibilidad de que la virulencia del virus de Marek se ha incrementado.
2. La sospecha de que las vacunas en uso no están actuando con la eficacia que demostraban antes.
3. Últimamente el diagnóstico de la enfermedad se ha hecho más difícil por la presencia de otros procesos tumorales, como son la leucosis linfoide y la reticuloendoteliosis. Fallas en el manejo de las aves, infecciones duales o interacciones con otros virus producen un efecto inmunosupresor, que modifica la epidemiologia y la patogenia de la enfermedad. Factores de manejo de las aves juegan un rol importante en la presentación de brotes de la EM en las poblaciones vacunadas.
La elevada densidad de la población, el transporte a grandes distancias, el alojamiento en condiciones ambientales inadecuadas, los cambios hormonales del inicio de la puesta, el consumo de alimento contaminado con micotoxinas, etc., todos estos factores, aislada o conjuntamente van a producir en el ave un estado de inmunosupresión que aumenta la susceptibilidad frente a los patotipos vMDV y vvMDV o reactivar una infección latente.
La estrategia de prevención de la enfermedad por el uso de la vacuna ha provocado la gran reducción de la incidencia de la E.M., no obstante la incidencia de la infección por el virus de Marek, continua siendo elevada.
Esto se debe a que el virus de Marek es muy contagioso y ni la inmunidad natural ni la conferida por las vacunas disponibles son capaces de prevenir la infección persistente y la super infección con la subsiguiente eliminación de virus, aunque en las aves vacunadas este fenómeno se reduce.
La coinfección del serotipo 2 con el virus de la leucosis linfoide aviar ocasiona un aumento del número y desarrollo de los linfomas específicos de la leucosis aviar (Ewert, 1991). La infección simultánea del virus de Marek y el de la Anemia Infecciosa Aviar da lugar a una intensificación en la replicación y eliminación del CAV. y al agravamiento de las lesiones linfoproliferativas y neoplásicas de la E.M. (De Boer et al., 1992). El virus de la Enfermedad de Marek es ubicuo, la presencia del virus en el ave no significa que esta desarrolle tumores, aun tratándose de un virus muy virulento.
Lesiones en el sistema nervioso idénticas al del virus de la EM, pueden ser producidas por el virus de la reticuloendoteliosis. (Gimeno) El control de la enfermedad de Marek se basa fundamentalmente en la vacunación. El uso de vacunas debe contemplar los siguientes puntos:
– Vacuna a emplear.
– Dosis de la vacuna.
– Ruta de vacunación.
– Necesidad o no de revacunar.
El plan de prevención y control de la EM. ha sido el empleo de vacunas monovalentes, empleando cepas de cada uno de los tres serotipos.
El serotipo 3 continúa siendo la vacuna estándar y la más utilizada a pesar de las dificultades que presenta en condiciones sanitarias complejas. Los serotipos 1 y 2 se usan más como componentes de vacunas bi y trivalentes y muy poco como vacuna monovalente. Las vacunas con HVT, serotipo 3, son las más ampliamente usadas pero debido al aumento de la virulencia del virus de Marek, está restringido a la vacunación de pollos de engorde. Su uso es amplio como componente de vacunas polivalentes en la vacunación de ponedoras y reproductoras.
En la actualidad una práctica muy difundida es el empleo de vacunas polivalentes. El fenómeno por el que dos o más serotipos vacunales producen una mayor protección que cada una de las cepas por separado, se denomina sinergismo protector. Este sinergismo se ha demostrado entre el serotipo 2 y 3 y en un grado mucho menor con la combinación del 1 y 3. Por el contrario no se ha confirmado sinergismo protector en vacunas trivalentes, lo que no ha evitado que su uso se haya popularizado sobre una base especulativa empírica. En condiciones epidemiológicas normales y para evitar interferencias con los anticuerpos maternales, las vacunas bivalentes deberían reservarse para la última generación de la producción, como son los broilers y las ponedoras comerciales. La cepa CVI988 (serotipo 1 %u2013 Rispens), que es la que proporciona mayor protección frente a los vv MDV , es usada en la mayoría de países. No es posible predecir si MDV será capaz de romper la inmunidad conferida por CVI988 o cuándo se producirá esto.
Por la falta de vacunas que protejan de la sobreinfección y la evolución que MDV ha sufrido en los últimos años, debemos esperar que la virulencia de MDV siga aumentando.La cepa SB1 del serotipo 2, la primera en ser utilizada es la más usada para vacunas comerciales. Estas vacunas tienen un bajo poder de protección, pero tienen un muy buen efecto de sinergismo cuando se usan en combinación con el serotipo 3 en vacunas bivalentes. (Witter et al.,1984). Las combinaciones de cepas de SB1 (serotipo 2) y la cepa FC 126 (serotipo 3, HVT) proporcionan una mejor protección que las vacunas monovalentes.
El fenómeno llamado sinergismo protectivo fue la base para el desarrollo de las vacunas bivalentes Una nueva estrategia es el uso de la vacuna in ovo (en el embrión). La vacunación in ovo a los 18 días de edad del embrión es una práctica bastante común en especial en el pollo de engorde. Este sistema se usa también con otras vacunas como la de la Bursitis Infecciosa y proporciona un adelanto de la respuesta inmune (Sharma et al., 1982). Estudios de laboratorio demuestran la eficacia de este método, pero se hace necesario comprobar los resultados de su aplicación en campo a largo plazo. La vacuna es un aspecto crítico en la aparición de la E.M., en poblaciones vacunadas y generalmente el punto más discutido. La duda sobre si los serotipos usados como vacuna cubren eficientemente contra los retos de campo. Las deficiencias en el título del virus vacunal. La baja de la viabilidad de la vacuna por almacenamiento a temperaturas inadecuadas y mala manipulación de la misma, (descongelamiento).
El proceso de vacunación muy lento y las fallas en el equipo de aplicación de la vacuna. La aplicación conjunta con antibióticos. Son factores a tener en cuenta para que la vacunación contra la enfermedad de Marek tenga la eficiencia que esperamos. Además de lo anterior existe una gran discrepancia en los resultados de la interacción entre el virus de Marek y el de la Bursitis Infecciosa, así como también con el reovirus aviar y el de la reticuloendoteliosis aviar. Con vistas a un futuro hay que contemplar las vacunas recombinantes. Las vacunas a base de cepas s, ya se encuentran disponibles comercialmente.Aunque se ha comprobado experimentalmente su eficacia, no se espera que el grado de protección que proporcionen sea más intenso que el que producen las cepas actualmente en uso. Como conclusión puede decirse que el control de la E.M. debe estar enfocado en el uso de todos los medios útiles para su prevención, la eficacia en el uso de estos, y no solo en la utilización de la vacuna.