La experimentación con animales, un problema ético y mora

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Los animales son utilizados para experimentar en distintas ramas de la ciencia. Ya en el primer libro de medicina Corpus Hippocraticum, del 400 A.C. se incluían varios ejemplos sobre su empleo. Pero hoy en día, a la luz de los nuevos avances científicos, este procedimiento se antoja innecesario.

Multitud de productos de uso diario (cosméticos, de limpieza, etc) han sido probados con animales, en muchos casos sin que el consumidor tenga conocimiento de ello. La lista de empresas y sus correspondientes marcas es interminable.

¿Son necesarios los experimentos con animales?

Una gran parte de las pruebas en animales se realizan para justificar becas y patrocinios, o bien para la publicación de un determinado trabajo que busque cierta notoriedad. Por otro lado, existen multitud de bancos de datos ya existentes que hacen innecesaria la repetición de los mismos experimentos. Un animal de laboratorio es un ser sano, al que se le provoca una enfermedad para ser sometido posteriormente a intervenciones quirúrgicas, buscando como fin último la cura de dicha enfermedad, pero no la del animal. Al final del experimento sólo le espera la muerte, o bien su sacrificio, ya que ha dejado de ser útil.

¿Qué tipo de animales se utilizan en los experimentos?

Cualquier tipo de mamífero es susceptible de ser utilizado en la experimentación, incluyendo los grandes primates. Monos, perros, gatos y caballos, así como cerdos, ovejas, cabras, conejos, hurones, cobayas y marmotas. También las aves, anfibios y reptiles. Una gran parte de los experimentos son desarrollados por la industria cosmética. Espumas de afeitar, dentífricos, depilatorios, etc, son probados en animales con experimentos que harían palidecer al mismísimo doctor Frankenstein.

La crueldad extrema del Test Drize

Este experimento se utiliza para probar, por ejemplo, un nuevo champú. El procedimiento es el siguiente:

Una gran cantidad de conejos son introducidos en cajones, con un solo agujero para el cuello, de tal forma que sólo les quede fuera la cabeza sin posibilidad de que puedan esconderla, ya que el hueco es igual de estrecho que el cuello del animal.

En un solo ojo, durante varios días, vierten una solución concentrada del producto en cuestión, teniendo como referencia el ojo sano. Para mayor seguridad, se aconseja sujetar los párpados con pinzas, para evitar así el acto natural del parpadeo.

Resultados: en una primera fase irritación e inflamación. Segunda fase, pérdida total de la visión. Algunos ejemplares, en un vano intento de liberarse, es posible que queden inservibles por fractura de columna vertebral.

¿Por qué se utilizan conejos? El acto de lagrimeo en estos animales no es lo suficiente como para que la lágrima limpie el ojo y elimine el producto.

Test de la piel

Este experimento es utilizado habitualmente en productos de afeitado, depilado e higiene personal.

Se inmoviliza al animal, de tal forma que le sea imposible lamer o rascar la futura herida.

Utilizando cinta adhesiva, se procede a arrancar el pelo, dejando al descubierto la piel.

Proceder al vertido del producto irritante y cubrir con yeso adhesivo.

Días después, retirar el yeso y observar la evolución del experimento.

Duración de la prueba: en algunos casos un año.

Test de sustancias peligrosas

También conocido como Test DL50 (Dosis Letal 50). El principio básico del experimento consiste en la muerte obligatoria del 50% de los animales utilizados. A él recurren empresas que poseen sustancias con calificación de peligrosas.

Introducción por vía oral, cutánea o por inhalación del producto.

Según el criterio Hazard Rating, existen tres niveles de peligrosidad: explosivo, espontáneamente inflamable o altamente reactivo.

Resultados: la muerte indefectible del 50% de los animales. Observar detalladamente los efectos explosivos, corrosivos e inflamables sobre los sujetos, a través de la introducción del producto por los orificios naturales o sobre la piel.

Alternativas a la experimentación animal

Actualmente existen variados métodos científicos que hacen innecesarios en muchos casos los experimentos con animales. Organizaciones por los derechos de los animales, médicos e investigadores como PETA y BUAV ponen en tela de juicio la experimentación animal, considerando, entre otras, que es una práctica científica obsoleta ya que algunas de las pruebas no son capaces de predecir los efectos en los seres humanos, los gastos superan a los beneficios y que los animales poseen un derecho intrínseco a no ser utilizados para la experimentación.

Consideraciones morales de la experimentación animal

Si bien muchos de los avances médicos y científicos que han beneficiado a la humanidad basan su éxito en la experimentación animal, hoy día este método suscita importantes interrogantes relativos a la sociedad de consumo: ¿son necesarios los tests en animales para un nuevo producto cosmético?, ¿es lícito el coste en dolor, sufrimiento y muerte de los animales sometidos a los experimentos previos al lanzamiento de una nueva espuma de afeitar, champú o similares? Y por último, ¿realmente suponen un beneficio social dichos productos? Son preguntas que sólo el lector puede responder.

Fuente: http://suite101.net/article/la-experimentacion-con-animales-un-problema-etico-y-moral-a21261#.VHWC0dKG-So