Llevan basura a los embalses de agua y la contaminan con peligrosas cianobacterias. La población de gaviotas ha alcanzado proporciones exageradas: llevan basura a los embalses del agua que bebemos y la contaminan con cianobacterias que pueden inducir cáncer, además de provocar la muerte masiva de aves, peces e invertebrados.
Cuando era niño, los reverendos hermanos que regentaban el colegio al que iba, nos amenazaban con que quienes no estudiasen lo suficiente acabarían trabajando de basureros. Sin duda no me apliqué lo necesario, ya que terminé trabajando en un proyecto de investigación en el basurero de Pinto (en realidad la “Planta de Biometanización y Compostaje del Complejo Ambiental de Tratamiento de Residuos”).
Se trata de una de las mayores y más impresionantes instalaciones de tratamiento y reciclado de residuos de España. Alta tecnología para reciclar basuras, construida literalmente sobre millones de toneladas de residuos que en su fermentación anaerobia producen un biogás (con mucho metano) que se quema en la planta para la generación de energía.
El olor es insoportable (incluso en las oficinas) y las vistas a montañas de inmundicia, absolutamente deprimentes. Pero el desagradable lugar es un paraíso para muchos miles de gaviotas que allí se alimentan. También lo hacen otras aves (incluso cigüeñas), aunque las gaviotas son, con mucho, las más abundantes.