Un estudio del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA), centro dependiente del CSIC, realizado en un área afectada por la antigua explotación de wolframio de la localidad de Barruecopardo (Salamanca), demuestra que los animales que pastan en esta zona minera ‘podrían llegar a ingerir cantidades de arsénico superiores a las recomendadas’.
Así lo señalan los científicos en un informe remitido por la agencia Dicyt a Europa Press, en el que los responsables del estudio consideran que deberían establecerse ‘restricciones’ en estas zonas de pasto para preservar la calidad de los alimentos.
La investigación, realizada en colaboración con la Universidad de Salamanca (USAL) y financiada por la empresa minera Saloro SLU, que acometerá en breve la explotación del yacimiento de wolframio localizado en esta zona, ha sido publicada en la revista científica ‘Ecotoxicology and Environmental Safety’ y alerta de que los valores de arsénico superan hasta en 20 veces las recomendaciones internacionales para tierras de pasto.
Las antiguas explotaciones mineras, una vez cerradas, ‘pueden ser una fuente de elementos tóxicos, como en este caso el arsénico’. Por eso, los investigadores tomaron muestras del suelo y de las principales plantas que ingieren tanto el ganado bovino como el ovino y evaluaron la exposición que sufren estos animales.
Fuente: Ecoticias