Prevención de la enfermedad causada por Actinobacillus pleuropneumoniae (App)

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Este artículo explica las principales medidas preventivas frente a App, centrándose en el uso de antimicrobianos y vacunas.

Una vez confirmada la clínica de pleuropneumonia mediante examen laboratorial, deben implementarse medidas preventivas.

Antimicrobianos: Si puede preverse la aparición de signos clínicos, pueden establecerse tratamientos antimicrobianos antes de los períodos concretos de riesgo elevado. El refuerzo de las restricciones políticas sobre el uso de antimicrobianos para reducir las resistencias microbianas en veterinaria hace que esta práctica sea difícil/imposible en algunos países europeos. Sin embargo, la prevención profiláctica/metafiláctica de la pleuroneumonía porcina sigue siendo utilizada comúnmente en otros países europeos y en la mayoría de países americanos y asiáticos. No hay una recomendación clara sobre qué antimicrobianos deben utilizarse: es importante aislar el App implicado y realizar un antibiograma para elegir correctamente. Se ha descrito que el uso masivo de antimicrobianos con un efecto bactericida muy potente puede prevenir el desarrollo de la inmunidad en los animales tratados: una vez se detiene el tratamiento antimicrobiano, reaparecen los casos clínicos (la bacteria permanece oculta en las tonsilas). La pregunta siguiente es: ¿cuánto tiempo debe mantenerse el tratamiento? Normalmente deben mantenerse durante 2-3 semanas, pero en algunos casos se necesitan periodos más largos para prevenir nuevos casos clínicos. Cuando la enfermedad aparece en animales de final de cebo deben elegirse antimicrobianos con un periodo de retirada corto. Este tipo de medidas preventivas deben ser temporales y se recomienda la vacunación para reducir el uso de antimicrobianos. Sin embargo, en condiciones extremas (cepas muy virulentas), puede ser necesario el apoyo antimicrobiano para completar la protección proporcionada por las vacunas. Los tratamientos antimicrobianos no eliminan App de las tonsilas de los animales portadores.

Vacunación: En el mercado existen distintos tipos de vacunas, que pueden clasificarse como:

  1. Bacterinas: La protección que proporciona este tipo de vacuna es serotipo-específica: debe conocerse el serotipo presente en la granja. Es poco frecuente (aunque no imposible si hay animales de diversos orígenes) que haya más de un serotipo causando enfermedad en una granja concreta, por lo tanto se necesita un buen diagnóstico. Los anticuerpos generados por la vacuna se dirigen contra antígenos presentes en el cuerpo de la bacteria: cápsula, proteínas de superficie, pared bacteriana, etc. Cuando estos anticuerpos se hallan presentes en los pulmones del animal, se adhieren a las bacterias y tanto los macrófagos alveolares como otras células ingerirán y destruirán al App. En ausencia de estos anticuerpos, las células fagocíticas no pueden ‘capturar’ a las bacterias App, que se reproducen y generan, entre otros productos, las toxinas que causan lesiones.

     

  2. Vacunas de toxoides purificados (aveces enriquecidas con proteínas de superficie): Poseen los toxoides ApxI, ApxII y ApxIII. Diversas cepas de App producen una o dos de estas toxinas. La protección ofrecida por estas vacunas suele abarcar todos los serotipos, ya que todas las cepas de App producen una o dos de las toxinas incluidas. Los anticuerpos generados por esta vacuna ‘neutralizan’ las toxinas: sólo evitan que causen lesiones. Los anticuerpos no reaccionan contra la propia bacteria App, que sigue secretando toxinas. Por lo tanto App todavía puede reproducirse en los pulmones, pese a que se neutraliza el efecto de las toxinas.
     
  3. ‘Combinadas’: Bacterina (para serotipos específicos) vacunas de toxoides purificados: Se trata de una combinación de ‘1’ y ‘2’. Los anticuerpos producidos son componentes antitoxinas y anti componentes de la bacteria (sólo para serotipos incluidos en la vacuna).

Hay que tener en cuenta que las autovacunas suelen ser ‘bacterinas’. Su uso debe restringirse a los casos en los que se ha decidido utilizar una bacterina y, o se desconoce el serotipo involucrado, o no hay vacunas comerciales disponibles. Las cepas que pertenecen a un serotipo concreto son antigénicamente muy similares en todo el mundo: una vacuna comercial producida con el serotipo 2 aislado en Europa protegerá contra un serotipo 2 aislado en Asia.

Vacunación de lechones

  • Gran interferencia con los anticuerpos maternales: normalmente, la primera dosis no debe aplicarse antes de las 7-8 semanas de vida.
     
  • Nunca debe utilizarse una dosis única: se necesita una dosis de recuerdo.
     
  • Hay que evitar vacunar cuando se esté produciendo una transmisión elevada de PRRSv entre los lechones.
     
  • Cuando sea necesario, hay que ajustar la edad de vacunación, dependiendo de la edad a la que aparecen los signos clínicos, especialmente los que ocurren al final del cebo: algunas vacunas comerciales ofrecen una protección de mas larga duración. Si no es el caso, puede retrasarse la vacunación para mantener una protección elevada en el momento de aparición de los signos clínicos. Hay que esperar al menos 5-6 semanas tras la primera dosis para obtener una buena protección.

Vacunación de cerdas/nulíparas

  • La primera vez deben administrarse dos dosis (la segunda 3 semanas antes del parto); luego hay que repetir una dosis 3 semanas antes de cada parto.
     
  • Permite aumentar el nivel de anticuerpos maternales cuando hay casos clínicos en animales jóvenes (no muy habitual).
     
  • Aumenta el nivel de anticuerpos maternales que reducen/retrasan la colonización de los lechones: en sistemas multi-sitio, estos anticuerpos maternales deberían reducir la prevalencia de animales portadores al destete (alrededor de las 3 semanas de vida). La reducción de la prevalencia podría reducir/eliminar la presencia de signos clínicos en animales de engorde. Sólo las bacterinas (con anticuerpos frente a la bacteria entera) pueden inducir esta reducción de la colonización: los anticuerpos ‘adheridos’ a la bacteria prevendrán/reducirán la colonización de las tonsilas por App. Los anticuerpos frente a las toxinas secretadas (vacunas de toxoides) no tienen este efecto.
     
  • La vacunación de cerdas de reposición puede hacerse durante la cuarentena. Si el objetivo es proteger (prevenir la enfermedad) en animales libres de App y por lo tanto muy susceptibles, pueden vacunarse tanto con una bacterina como con una vacuna de toxoides.
     
  • Un nivel elevado de anticuerpos (tras la infección o vacunación) no elimina App de las tonsilas de los animales portadores.

¿Cómo evaluar la respuesta de anticuerpos en los animales vacunados?

  • Si se utiliza una bacterina, ninguno de los kits disponibles (ELISA basados en lipopolisacáridos, LPS) pueden evaluar de forma precisa la respuesta vacunal. Estos tests han sido estandarizados para detectar infecciones, no vacunas.
     
  • Los anticuerpos inducidos por la vacunación son, sobretodo, los que se dirigen contra la cápsula bacteriana, proteínas y, algunos, contra LPS. El antígeno utilizado en estos ELISA es un LPS purificado: es posible que la mayoría de anticuerpos producidos tras la vacunación no reaccionen con este antígeno: UN  ELISA NEGATIVO TRAS LA VACUNACIÓN NO SIGNIFICA FALTA DE RESPUESTA DE ANTICUERPOS FRENTE A LA VACUNA.
     
  • Incluso aunque los anticuerpos frente a LPS se produzcan tras la vacunación, los kits comerciales han sido estandarizados para detectar niveles de anticuerpos tras la infección, no tras la vacunación. Por lo tanto, la dilución sérica necesaria para realizar el test puede inducir resultados negativos cuando se evalúa la respuesta de anticuerpos frente a la vacunación.
     
  • Para medir la respuesta de anticuerpos sólo pueden utilizarse  test ELISA hechos a medida, que utilicen toda la bacteria como antígeno (como se utiliza en la vacuna). Esto permite comparar el título de anticuerpos antes y después de la vacunación.
     
  • Si se utilizan vacunas basadas en toxinas: no hay ningún test comercial para medir anticuerpos frente a ApxI, II y III. Estos tests sólo pueden ser realizados por los fabricantes de las vacunas, ya que se necesitan antígenos purificados. No puede utilizarse el ELISA ApxIV ya que esta toxina no se produce nunca tras la vacunación (sólo tras la infección).

Otras medidas para aumentar la prevención de App

  • Uso estricto de ‘todo dentro-todo fuera’
     
  • Manejo en bandas
     
  • Control ambiental (temperatura, ventilación, etc.)
     
  • Control de infecciones predisponentes: principalmente influenza y Mycoplasma hyopneumoniae.

Fuente: 3tres3