La primera semana en la cría del pollo

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La primera semana de vida en un pollo es fundamental en el resultado final de la crianza. Esta edad cobra más importancia en las crianzas de otoño e invierno. Es muy importante preparar adecuadamente toda la granja para la recepción del nuevo lote y es fundamental trabajar “todo adentro, todo afuera”. Limpiar, lavar y desinfectar correctamente los galpones, tanto por dentro como por fuera.

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Tener el pasto corto, combatir roedores, cascarudos de los galpones (éstos son reservorio de muchos virus que afectan a las aves ) y hacer un vacío sanitario (granja sin aves ) entre crianza y crianza, mínimo de 15 días. También hay que lavar y desinfectar todos los implementos que utilizaremos a lo largo de la crianza.

Poner en práctica las normas mínimas de bioseguridad, restringir la entrada de gente a los galpones, colocar pediluvios a la entrada de la granja y los galpones, no ingresar vehículos innecesariamente al establecimiento y los que entran desinfectarlos. Los animales muertos deben ser eliminados dentro de la granja por medio de incineración, pozos o composta.

Tenemos que elegir la zona menos fría del galpón para armar la cámara de cría. Debemos alojar por galpón la cantidad definitiva de animales pues no es conveniente ingresar todo en un galpón y luego pasar parte a otro; esto produce estrés a los animales.

Es necesario contar con cortinas internas y si es posible hasta la mitad del largo del galpón, de esta forma estamos protegiendo la zona que ocuparán los pollos los primeros 20 días. Esta cortina debe dejar un espacio o pasillo con respecto al tejido o cortina externa, esta cámara de aire es la que actúa como aislante térmico. La utilización de cielorraso nos ayudará a mantener la temperatura deseada y ahorrar mucho gas. Nunca se debe dar calor en base a encierro, respete los metros cuadrados, como también tenga en cuenta los metros cúbicos. Los pollos tienen que tener buena temperatura y también buena calidad de aire con poco amoníaco y mucho oxígeno.

Complete todo el galpón con una buena cama de cáscara de arroz, girasol y viruta (aproximadamente 700 gramos por ave). La superficie que debemos destinar para alojar los b.b. los 2 ó 3 primeros días será a razón de30 a 40 animales por metro cuadrado aproximadamente.

Con respecto a los implementos, se deben respetar las indicaciones del fabricante, ejemplo: calefactores de gas pueden ser 1 cada 500, 1 cada 1250, 1 cada 2500 b.b. Es importante asegurarnos el correcto funcionamiento de la calefacción antes de la llegada de los pollitos; estas se deben encender con la suficiente antelación para lograr la temperatura deseada antes de ingresar los animales.

Tenga en cuenta que durante la descarga de las cajas con los pollitos el galpón siempre pierde temperatura, y siempre es mucho más fácil y rápido enfriar que calentar un galpón.

Distribuya los calefactores en forma uniforme y sin superponer zonas de calor; siempre el centro de la nave es la parte menos fría, por ende la más fácil y económica para calentar. Si tiene campanas de gas automáticas mezcladas con las manuales, recuerde que trabajan a diferentes presiones y se deben instalar con reguladores independientes.

Con la calefacción automática es fundamental ubicar bien el censor. Este tiene que estar en un lugar representativo y a la altura de los animales, alejado de las puertas y corrientes de aire.

El alimento en estos días tiene que ser de fácil acceso. Colocar papel en el piso, las cajas de los b.b. cortadas en sus cuatro lados o bandejas para tal fin; se tiene que dar muy poco alimento pero muchas veces por día, de esta forma estamos incentivando a comer y lo obligamos a consumir hasta la última harina del alimento. Distribuya estos comederos en cantidad suficiente (por ejemplo una caja cada 80 pollitos) cerca de las fuentes de calor e intercálelos con bebederos. Los platos de las tolvas colocarlos después del cuarto o quinto día.

Tenemos que asegurarnos que las aves tomen agua rápidamente después de soltarlas. Si tenemos bebederos niple (piquitos), estos tienen que estar bien bajos la primera hora y luego levantarlos un poco. Se tiene que guardar la relación aves por niple , de 18 a 20, en los primeros días, también estos tienen que ser multidireccionales. Un apoyo con honguitos, bebederos de vaso invertido, es muy importante. Si no contamos con niples, la cantidad de honguitos tiene que ser 1 cada 80 a 100 b.b. Colocarlos cerca de las fuentes de calor e intercalarlos con los comederos y poner un cartón (tapa de la caja) debajo del bebedero asegura que el pollito lo ubique rápidamente y evitamos que se llenen de cáscara o viruta.

La práctica de colocar un camino de papel debajo de los niples facilita la ubicación de estos por los pollitos; sobre los lados de este papel se puede esparcir un poco de alimento para el primer día. Se recomiendan dar los primeros días 23 horas de luz, natural más artificial, con una hora de oscuridad para que los animales se acostumbren. Pero las noches muy frías y con lotes que cuestan acomodarlos, se puede apagar la luz durante toda la noche y los b.b. por buscar la claridad de las campanas encuentran la fuente de calor.

Los animales tienen que llegar a la granja por la mañana. Cuando los largamos muy tarde, después de las 16 horas y en invierno les cuesta mucho ubicarse bien durante la primer noche.

Al arribo de los b.b. el galpón tiene que estar con la temperatura adecuada y el agua servida, esto en invierno. Tomar el peso del bb. antes de soltarlo y repetir esta operación a los 7 días. El objetivo es intentar cuadruplicar el peso del primer día durante la primera semana.

Llevar una planilla con los registros de mortandad diaria y porcentajes semanales. Lo normal en la primera semana es que ésta sea inferior al 1%.

Conclusión

Todas éstas normas de manejo no son sólo para evitar la mortandad en la primera semana, sino también para lograr cumplir con los objetivos productivos. Es fundamental que en las primeras horas de ingresado al galpón, el pollito tome agua, coma y ubique la fuente de calor.