Así lo pone de manifiesto un estudio llevado a cabo en el Servicio de Investigación Agrícola de EE. UU. Este nuevo suplemento, basado en cepas de Bacteroides ovatus obtenidas de muestras fecales humanas, podría ayudar a reducir la cantidad de estiércol producido por los animales, mejorando su rendimiento y disminuyendo el impacto medioambiental de la producción porcina.
Según publica el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en su página web, científicos de este servicio han llevado a cabo la primera investigación publicada sobre el uso de bacterias como probiótico para aumentar la tasa de fermentación de la fibra alimentaria y reducir la producción de purines en los cerdos que se alimentan con dietas que contienen altos niveles de fibra.
Los porcicultores frecuentemente suplementan el pienso con granos de destilería con solubles (DDGS) y otros subproductos agrícolas procedentes de la industria de la producción de biocombustibles. Pero añadir fibra, que es difícil de digerir, a la dieta del ganado también aumenta la producción de estiércol.
Para el desarrollo de la prueba científica, los investigadores del ARS alimentaron a cerdos con una dieta estándar o con una dieta con altos niveles de fibra. La dieta rica en fibra contenía un 10 % de cáscara de soja 20 % de DDGS de maíz.
Además, los cerdos recibieron uno de los tres suplementos bacterianos desarrollados por los científicos a partir de diferentes cepas de Bacteroides ovatus, obtenidas de muestras fecales humanas y cultivadas en un medio rica en fibra. Los tres suplementos bacterianos se denominaron Bacterium B, C o D, respectivamente.
En los cerdos que recibieron el suplemento Bacterium B la producción de estiércol se redujo un 20 %. Estos animales también mostraron una ganancia de peso mayor y mejores niveles sanguíneos de colesterol y glucosa, ambos indicadores de una mejora del estado energético, comparados con los cerdos que no recibieron ningún probiótico.
Los investigadores piensan que el probiótico podría mejorar el rendimiento de los cerdos y reducir el volumen de purines producido, lo que se podría traducir en mayores beneficios para los productores y en una reducción del impacto ambiental de la industria porcina. Según los científicos, la bacteria se podría administrar en forma de suplemento líquido o tal vez liofilizado y mezclado con el pienso.