La Tomografía computada en veterinaria es un método de estudio y exploración anatómica no invasivo , útil para el diagnóstico de diversas patologías que afectan a los distintos tipos de tejidos, que componen los organismos vivos, y que en la escala de pasos semiológicos, se encuentra encuadrado dentro del grupo de métodos complementarios de alta complejidad. Vale decir que la indicación de una tomografía computada, nunca es el pedido en primera instancia, sino que viene precedido, por la revisación clínica por un especialista, y posteriormente a la utilización de métodos de menor complejidad como la radiología convencional y/o la ecografía.
El resultado de la tomografía en Veterinaria no deberá tomarse pues como un diagnóstico certero y salvador, sino que aportara mayores datos para llegar a un diagnostico dentro del contexto general de la información que se tiene del paciente en cuestión, para confirmar o descartar la patología que se sospecha podría existir.”
La semiología clínica es y será siempre, soberana a todo”
El principio físico que rige su funcionamiento esta basado en la utilización de los rayos Roentgen , o mejor conocidos como rayos X, pero este método se diferencia de la radiología convencional en que la atenuación que sufre los rayos x luego de atravesar un cuerpo en estudio en vez de ser captada por una placa radiográfica es codificada por un grupo de senso-receptores electrónicos que transforman la información obtenida en una matriz numérica primero, y posteriormente en una matriz digital, proyectando una imagen anatómica sobre la pantalla de un monitor, en una muy detallada escala de grises.