La fiebre aftosa tiene una baja mortalidad pero su nivel de contagio es muy alto. Esta nueva prueba permitirá conocer la presencia de esta enfermedad en las granjas incluso aunque los animales no muestren síntomas clínicos.
Científicos del Instituto Pirbright (Reino Unido) han creado una nueva prueba que detecta la presencia de fiebre aftosa a partir de muestras en el entorno de las granjas porcinas, incluso cuando estos animales no muestran signos clínicos, informa un comunicado del propio instituto.
Este nuevo método ha sido publicado en la revista Applied and Enviromental Microbiology. La nueva técnica creada es muy sencilla y no requiere gran experiencia, por lo que el método de muestreo es mucho más accesible y permite recolectar y procesar una mayor frecuencia de muestras durante un brote. El método consiste en recoger muestras del entorno donde comúnmente entran en contacto los animales que son susceptibles a la fiebre aftosa, como los abrevaderos.
El virus de la fiebre aftosa puede sobrevivir durante largos periodos de tiempo en el ambiente bajo las condiciones adecuadas, hasta tres meses dependiendo de factores ambientales como el pH, la temperatura y la humedad relativa. Por lo tanto, las áreas de muestreo donde los animales infectados pueden haber desprendido el virus permiten a los científicos detectar la presencia de fiebre aftosa, incluso si los animales de la granja ya no muestran signos clínicos.