La preocupación es que, a medida que el virus H5N1 siga infectando mamíferos y evolucionando, acumule mutaciones para transmitirse entre personas. El brote de gripe aviar en el ganado lechero solo ha afectado hasta ahora a tres trabajadores agrícolas en Estados Unidos, por lo que saben las autoridades de salud pública. Todos han presentado síntomas leves. Pero eso no garantiza que el virus, denominado H5N1, siga siendo benigno si empieza a propagarse entre las personas. De hecho, las pruebas acumuladas en el mundo animal y los datos de otras regiones del mundo sugieren lo contrario. Algunas vacas lecheras nunca se recuperaron del H5N1, y murieron o fueron sacrificadas. Los charranes infectados parecían desorientados e incapaces de volar. Las crías de elefante marino tuvieron problemas para respirar y desarrollaron temblores tras contraer el virus. Los gatos infectados se quedaron ciegos y caminaban en círculos; dos tercios de ellos murieron.
“No creo que haya lugar para la autocomplacencia”, afirmó Anice Lowen, viróloga de la Universidad de Emory. “El H5N1 es un tipo de virus de influenza sumamente patógeno, y debemos tener un alto grado de preocupación si se propaga a los humanos”, afirmó. Según un informe publicado el miércoles, en hurones inoculados experimentalmente con el virus a través de los ojos —la presunta vía de infección en los trabajadores agrícolas de EE. UU.—, el virus se propagó rápidamente a sus vías respiratorias, pulmones, estómago y cerebro. Otros estudios han detectado patrones similares en ratones alimentados con leche contaminada. Los resultados sugieren que la entrada a través de los ojos o el sistema digestivo en última instancia no disminuye la amenaza del virus.
El virus H5N1 se ha mostrado promiscuo, ganando rápidamente nuevos huéspedes: aves silvestres y de corral, ratones y osos, gatos y leones marinos. Desde su descubrimiento en 1996 en Hong Kong, también ha infectado a casi 900 personas.Una versión anterior del virus que circula por Asia ha matado a cerca de la mitad de los infectados. De las 15 personas afectadas por la versión que circula ahora en el ganado, una murió en China y otra fue hospitalizada. Dos pacientes en Chile y Ecuador presentaron síntomas graves. Cuatro estadounidenses —uno el año pasado y los tres infectados con el último brote— han tenido mejor suerte.
Lo más importante es que ninguna forma del virus de la gripe aviar parece haberse propagado eficazmente de persona a persona. Esto no garantiza que el H5N1 no vaya a adquirir esa capacidad, afirmó Yoshihiro Kawaoka, virólogo y experto en gripe aviar de la Universidad de Wisconsin-Madison. “Creo que el virus está cambiando claramente sus propiedades, porque nunca hemos visto brotes en vacas”, afirmó Kawaoka. La conjuntivitis, síntoma principal en dos de los tres trabajadores agrícolas, no es típica de la infección por H5N1. La aparición del virus en las glándulas mamarias —en el ganado e incluso en ratones no lactantes— también fue inesperada.
La preocupación actual es que, a medida que el virus H5N1 siga infectando mamíferos y evolucionando, pueda conservar las mutaciones necesarias para propagarse eficazmente entre las personas, y poner en marcha así otra pandemia. El periodo de incubación de la gripe es de dos a cuatro días, por lo que una versión entre humanos podría propagarse mucho antes de que se detectaran casos, según Erin Sorrell, viróloga e investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria. “Si llega al público en general, será demasiado tarde”, afirmó. “Habremos perdido el tren”.
La gripe suele ser más grave en adultos mayores y niños menores de 5 años. (Un brote de gripe porcina en 2009 no fue tan devastador como se temía, aunque mató a casi 1300 niños). La gravedad de la enfermedad también depende de la cantidad de virus a la que estén expuestos los pacientes infectados y durante cuánto tiempo, así como de la vía de entrada y de sus antecedentes genéticos y estado general de salud. Las personas infectadas suelen presentar fiebre y síntomas respiratorios; algunos casos avanzan rápidamente hacia la neumonía o la muerte. Si el virus de la gripe aviar se adaptara a las personas, el mundo necesitaría miles de millones de dosis de vacunas y antivirales para evitar estos desenlaces.
Las reservas federales contienen cuatro tipos de antivirales contra la gripe, pero para que sean eficaces deben tomarse en las 48 horas siguientes a la aparición de los síntomas. Una revisión reciente encontró muy poca evidencia para evaluar la eficacia de tres de los cuatro fármacos, incluido el oseltamivir de uso común, vendido como Tamiflu. Algunas versiones nuevas del H5N1 tienen mutaciones que hacen que el virus sea resistente al oseltamivir y a los otros dos fármacos, pero esos cambios, afortunadamente, no se han transmitido ampliamente en poblaciones animales. No se han observado mutaciones contra el cuarto fármaco, el baloxavir. Pero solo hay unos cientos de miles de dosis de ese fármaco en las reservas, según David Boucher, director de enfermedades infecciosas de la Administración Federal para la Preparación y Respuesta Estratégicas. Las vacunas son una mejor apuesta para frenar una pandemia, pero no es probable que haya suficientes dosis disponibles durante muchos meses, como mínimo. Incluso si la producción mundial de vacunas contra la gripe estacional se trasladara por completo a las vacunas contra el H5N1, el número de dosis fabricadas alcanzaría para menos de dos mil millones de personas, suponiendo que se necesitaran dos dosis para cada persona.
En Estados Unidos, las reservas nacionales contienen cientos de miles de dosis de vacunas que podrían distribuirse entre las personas en situación de riesgo, incluidos los niños. Las empresas contratadas por el gobierno podrían fabricar más de 100 millones de dosis en los primeros 130 días, según Boucher. Las autoridades anunciaron recientemente que habían tomado medidas para preparar 4,8 millones de dosis que podrían envasarse sin interrumpir la producción de vacunas contra la gripe estacional. Pero la mayoría de estos planes solo servirán si el virus coopera.
Desde su primera aparición, el H5N1 se ha ramificado en muchas formas, y los científicos han creado una biblioteca de 40 virus candidatos a vacunas. Disponer de ellos ahorra un tiempo crucial, ya que crear un nuevo candidato puede llevar tres meses, explica Todd Davis, virólogo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Hasta ahora, dijo, el virus ha cambiado solo mínimamente, especialmente la parte del virus que se une a las células humanas, llamada hemaglutinina o HA. Si el virus se propagara entre las personas, primero tendría que cambiar significativamente, señalaron algunos expertos. “Si este virus salta a los humanos, puede apostar a que la HA va a cambiar, porque ahora mismo la HA de este virus no se une muy eficazmente a las células humanas”, dijo Scott Hensley, inmunólogo de la Universidad de Pensilvania.
Las vacunas antigripales tradicionales se fabrican cultivando los virus candidatos en huevos o en células de mamífero, dos métodos que pueden plantear problemas: el virus puede no crecer lo suficientemente rápido o mutar demasiado a medida que crece. En 2009, el virus candidato creció bien en huevos, pero evolucionó hasta convertirse en una mala combinación con el virus H1N1 salvaje, lo que provocó grandes retrasos en su distribución al público. “Cuando se fabricaron y distribuyeron las reservas de la vacuna, la oleada inicial de la pandemia ya había remitido”, dijo Hensley.
CSL Sequiris, uno de los principales fabricantes de vacunas contra la gripe estacional, dispone de una vacuna contra el H5N1 basada en células que ya ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos.
En caso de pandemia, una vez que CSL reciba una vacuna candidata que coincida con el virus circulante, podría suministrar 150 millones de dosis a los estadounidenses en un plazo de seis meses, afirmó Marc Lacey, director ejecutivo de la empresa. (La empresa también tiene contratos con otros 19 países).
Pero 150 millones de dosis solo protegerían a uno de cada cinco estadounidenses. Las autoridades federales también están estudiando vacunas de ARNm contra la gripe aviar, que podrían fabricarse muy rápidamente, como demostró la pandemia de covid, para proteger tanto a las vacas como a las personas. El equipo de Hensley está probando una vacuna de ARNm en vacas.
Los expertos señalan que las autoridades han dudado en utilizar vacunas para vacas por motivos comerciales: algunos países prohíben la importación de productos procedentes de aves y otros animales vacunados. Pero inmunizar a las vacas reduciría el riesgo para los trabajadores de las granjas y para otras vacas, y limitaría las posibilidades de que el virus siguiera propagándose y evolucionando, según los expertos. Hasta ahora, los funcionarios federales también se han mostrado reacios a vacunar a los trabajadores de las granjas, alegando que el riesgo sigue siendo bajo. El verdadero peligro, según Lowen, de Emory, es que un trabajador agrícola se infecte tanto con el virus H5N1 como con el virus de la gripe estacional. Los virus de la gripe son expertos en intercambiar genes, por lo que una coinfección daría al H5N1 la oportunidad de adquirir genes que le permitieran propagarse entre las personas con la misma eficacia que la gripe estacional. Esta posibilidad subraya la importancia de vacunar a los trabajadores agrícolas, según Lowen: “Cualquier cosa que podamos hacer para limitar la infección estacional en las personas que están ocupacionalmente expuestas al H5N1 podría reducir realmente el riesgo”. https://www.nytimes.com/es/2024/06/18/espanol/gripe-aviar-humanos-pandemia.html