La producción industrial de aves de corral y las cepas mortales de la gripe avia

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Varios brotes mortales de gripe aviar H5 están diezmando las aves de corral de Europa, Asia y Oriente Medio.

La epidemia, que se extiende a través de Eurasia en oleadas sucesivas, es continuación de una erupción de gripe aviar H5N2 en los Estados Unidos, durante 2015. Todas las nuevas cepas, H5N2, H5N3, H5N5, H5N6, H5N8 y H5N9, denominadas en conjunto H5Nx, descienden del subtipo H5N1, que apareció por primera vez en China en 1997 y desde 2003 ha provocado la muerte de 452 personas.

Big Poultry y sus colaboradores del Gobierno están culpando de estos brotes a las aves acuáticas salvajes, que actuarían como reservorios de muchas cepas de virus de la gripe, y que infectarían a las aves de corral.

Por ejemplo, la investigación dirigida por Carol Cardona, profesora de la Universidad de Minnesota, que ocupa la Cátedra Pomeroy financiada por la Industria, afirma que el cambio climático está impulsando cambios en la ecología de las aves acuáticas salvajes y por lo tanto las aves de corral estarían más expuestas a los virus de la gripe, en Minnesota.

Contrariamente a lo que afirma la Industria, un muestreo exhaustivo realizado por ornitólogos del Estado de Minnesota no encontraron el virus de la gripe H5N2 en las aves acuáticas salvajes. Sin embargo, el equipo de Cardona sigue buscando el virus H5N2 en las muestras recogidas en la primavera de 2015 ¿Por qué? Simplemente porque afirma que el virus debe estar allí. La ausencia de pruebas supone un impedimento frente a la conveniencia en favor de la Industria sobre la naturaleza de los brotes de gripe aviar.

Culpar a las aves acuáticas es otra falacia. Incluso si la búsqueda del virus H5N2 en las aves acuáticas tuviese éxito, ¿qué demostraría eso? ¿Cómo podría explicar la presencia del virus H5N2 en las aves acuáticas los daños en la cría del pavo industrial y en los huevos en el Medio Oeste durante 2015 o en toda Eurasia ahora mismo?

La linea de investigación emprendida por la Industria omite abordar por qué varias cepas de la gripe, incluyendo la H5N2 y otras muchas nuevas cepas H5Nx, provocan la mortalidad en las aves de corral y no en la mayoría de las aves acuáticas. De hecho, no se ha registrado ningún caso de gripe patógena entre las aves acuáticas salvajes en ningún lugar durante el año 2015. La gripe mortal en las aves acuáticas sólo ha aparecido como daños colaterales de los brotes aparecidos en las granjas industriales.

A medida que la producción agrícola va convirtiendo los humedales en tierras agrícolas, las aves acuáticas migratorias que tradicionalmente visitaban los humedales a lo largo de sus vías migratorias, han cambiado a la alimentación que obtienen de los cereales de las granjas industriales. Es decir, la ampliación del contacto entre las aves acuáticas y las producción intensiva de aves de corral no se debería exclusivamente a los cambios climáticos, como sugiere el equipo de Cardona, sino por acciones llevadas a cabo por el propio sector agrícola industrial.

Culpar a las aves acuáticas salvajes y al cambio climático modifica las indagaciones que señalan al modelo industrial de producción avícola, que la creciente literatura científica dice que es en sí mismo un modelo potencialmente catastrófico para la salud pública.

Los modelos matemáticos de la evolución de los agentes patógenos, que se examinan aquí y aquí, nos dicen que la ganadería intensiva (la cría de miles de aves de corral como un monocultivo homogéneo) ofrece un buen caldo de cultivo para el virus de la gripe y otros patógenos, estimulando unas altas tasas de mortalidad.

Los modelos deducen que un suministro continuo de clones genéticos en un espacio reducido elimina las barreras, lo que favorece la evolución de virus de la gripe mortales. Con el continuo trasiego de aves cada seis semanas, están siempre disponibles miles de clones con su sistema inmunitario debilitado. Una cepa de gripe aviar puede ser especialmente virulenta, diezmando las poblaciones de aves, de modo que ya no dispone de nuevos huésped que infectar. Pero el virus de la gripe, ahora más dañino, se expande de forma rutinaria entre los pequeños productores locales y las aves acuáticas salvajes. Los científicos de la Industria culpan a los impactos de la gripe como la causa de la gripe misma.

Una nueva investigación muestra que los factores ambientales más amplios sobre los que el equipo de Cardona está trabajando como una explicación probable, no tienen más que un efecto marginal sobre la aparición de las nuevas cepas de virus de la gripe aviar H5.

En un artículo revisado recientemente publicado en eLIFE, un equipo dirigido por el ecologista belga Marius Gilbert introdujo modelos que explicaban la diferencia de las distribuciones espaciales en brotes de la gripe entre el subtipo H5N1 y otros emparentados H5Nx. El equipo de Gilbert mostró que los modelos que incluían variables ecoclimáticas, como la temperatura de la superficie terrestre, las aguas superficiales y la vegetación, tenían poco valor explicativo.

Más bien el estudio demuestra que es la combinación de especies del huésped lo que mejor explica la distribución de los brotes de la gripe aviar.

Como se muestra en la Figura 1, el equipo de Gilbert dedujo las contribuciones relativas de las distintas variables al explicar las distribuciones espaciales globales de los antiguos N5N1 ( en azul) y los nuevos H5Nx (en rojo). Vemos que la densidad de patos (DuDnLg) es un importante contribuyente a ambos tipos de gripe aviar, aunque menos para H5Nx, aunque debemos tener en cuenta que los patos son criados como aves de corral en condiciones intensivas en muchos países europeos y asiáticos.

Fuente: Noticias de Abajo