Las condiciones húmedas y de pastoreo aumentan la susceptibilidad a enfermedades.
El médico veterinario Guillermo Carvajal explicó cómo los cambios climáticos extremos, como los veranos prolongados y las lluvias intensas, afectan a los microorganismos del suelo y, en consecuencia, a la salud de los bovinos.
En una entrevista para CONtexto Ganadero, el veterinario Guillermo Carvajal destacó que durante los veranos prolongados, los microorganismos del suelo experimentan un tipo de estrés medioambiental. Algunos no sobreviven a estas condiciones extremas, pero otros logran adaptarse genéticamente, desarrollando resistencia a los cambios climáticos. Esta adaptación puede convertir a ciertos microorganismos en amenazas serias para los animales una vez que las condiciones cambian y empieza a llover.
Cuando comienzan las lluvias después de un periodo seco, los microorganismos que han sobrevivido y se han adaptado pueden volverse altamente virulentos. Carvajal menciona que estos microorganismos agresivos afectan gravemente a los animales, especialmente a los bovinos. Un caso notable es el de los Clostridium, que al cambiar la temperatura y aumentar la humedad, comienzan a esporular, incrementando el desafío bacteriano para los animales.
Enfermedades asociadas a cambios climáticos
Los cambios en las condiciones climáticas pueden desencadenar varias enfermedades en los bovinos, entre las más destacadas se encuentran, por ejemplo el carbón bacteriano, el cual, según el médico es causado por una bacteria que forma esporas capaces de sobrevivir en el suelo durante largos periodos. Estas esporas se activan en condiciones de humedad y calor, y los bovinos pueden infectarse al ingerir pastos contaminados.
También está la leptospirosis, una enfermedad bacteriana que afecta tanto a animales como a humanos. Su aparición está asociada con inundaciones y la acumulación de basura, factores comunes durante el fenómeno de La Niña. Los bovinos pueden contraer esta enfermedad al entrar en contacto con agua contaminada con leptospiras, bacterias presentes en la orina de animales infectados como roedores.
Por otro lado está la bacterias del género Clostridium que producen toxinas que causan enfermedades graves como el edema maligno y la gangrena gaseosa. La humedad y la descomposición de materia orgánica en suelos y pastos aumentan la carga bacteriana. Esta infección es común en bovinos y se agrava durante la temporada de lluvias, especialmente en la costa Caribe de Colombia.
Esta enfermedad bacteriana afecta las patas de los bovinos, prevaleciendo especialmente durante la temporada de lluvias. Las condiciones húmedas y de pastoreo aumentan la susceptibilidad a esta enfermedad. La prevención implica un manejo adecuado de los bovinos en ambientes húmedos.
Para mitigar el impacto de estas enfermedades, es crucial adoptar estrategias de manejo adecuadas. Esto incluye el monitoreo constante de las condiciones del suelo y del agua, la implementación de prácticas de bioseguridad, y la vacunación de los animales contra enfermedades comunes. Además, es fundamental que los ganaderos conozcan sobre los riesgos asociados con los cambios climáticos y las medidas preventivas que pueden tomar para proteger la salud de sus animales.