La gestión de una granja de reproductoras en 10 puntos (1/2)

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En esta primera entrega veremos el manejo del pienso en las distintas fases del ciclo, el peso del lechón como indicador de calidad y la inmunidad de la reposición.

  1. Manejo del pienso en la gestación

El manejo del pienso durante la fase temprana de la gestación, tiene como objetivo, la recuperación del estado de carnes óptimo de la cerda destetada. En esta fase temprana, de la que excluimos los tres primeros días tras el celo, los niveles de alimentación deben ser altos para conseguir un buen tamaño de placenta y un buen riego sanguíneo de la misma.

Siempre se ha pensado que, en estos primeros 35 días de gestación, unos niveles altos conducían a incrementar las reabsorciones embrionarias por un incremento del metabolismo y del aclaramiento hepático de la progesterona pero se ha demostrado, a nivel de campo, que este incremento en la alimentación está estrechamente relacionado con la prolificidad.

Aumentar el consumo de pienso en el último tercio de la gestación tiene un efecto marginal sobre el peso de los lechones al nacimiento, si bien es cierto que puede mejorar el estado de carnes de algunas cerdas. Debemos tener especial atención a las subidas de pienso al final de gestación ya que incrementan la frecuencia de presentación de edema mamario y reducen el consumo de pienso en la fase temprana de la lactación, influenciando el desarrollo de la curva de alimentación en lactación y por lo tanto de la producción lechera.

  1. Manejo del pienso en lactación

Como concepto general, debemos intentar administrar la mayor cantidad posible de pienso en el periodo de lactación, para conseguir una alta producción lechera y una buena respuesta de ovulación en el ciclo posterior. La idea es no tener pérdidas de peso de la cerda en el periodo de lactación de más del 10% de su peso. En ocasiones se tiende a incrementar el pienso los primeros días tras el parto, lo que puede ocasionar procesos de disgalaxia postparto.

Lo correcto es hacer un aumento diario progresivo durante los 4 primeros días después del parto. En este momento las necesidades de producción de leche son bajas y, si no lo hacemos con cuidado, podemos indigestar a la cerda y no alcanzar una subida gradual del consumo de pienso. El objetivo es alcanzar el máximo consumo que individualmente admita cada cerda, puesto que aquí tenemos un factor limitante individual . No hay que olvidar que del consumo de pienso y del estado de carnes de un ciclo dependen los parámetros reproductivos del siguiente ciclo