Rubulavirus Porcino

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Resumen. El Rubulavirus porcino (RVP) es el agente etiológico de la enfermedad del ojo azul de los cerdos, entidad patológica que se caracteriza por cuadros de meningoencefalitis y daño reproductor en cerdos. Es un virus envuelto con genoma de ARN de polaridad negativa perteneciente a la familia Paramyxoviridae.

Posee una alta afinidad por el tejido nervioso en cerdos neonatos y por el sistema reproductor en cerdos adultos. Este virus posee seis proteínas estructurales y dos no estructurales. En los paramixovirus algunas de estas proteínas promueven una mayor diseminación y daño en los tejidos infectados, mientras que otras tienen actividades reguladoras, manteniendo la integridad de los tejidos por más tiempo. En este trabajo se describe la estructura y función de las proteínas del Rubulavirus porcino y su papel en la patogenia viral.

INTRODUCCION

La enfermedad del ojo azul de los cerdos es causada por el Rubulavirus porcino (RVP), también denominado virus del síndrome del ojo azul (VSOA) o virus de La Piedad Michoacán (VLPM). Esta enfermedad consiste en un complejo formado por alteraciones neurológicas, reproductivas y respiratorias acompañadas por opacidad de la córnea (Moreno-López y col., 1986; Stephano y col., 1988).

La enfermedad del ojo azul se identificó inicialmente en granjas de La Piedad Michoacán, en 1980 (Stephano y col., 1981, citado en Stephano y col., 1988), de ahí se diseminó en pocos años a 16 estados del centro y noreste de la República Mexicana (Fuentes y col., 1992); actualmente, el mayor impacto económico se registra en los estados de Michoacán, Guanajuato y Jalisco, zona considerada endémica (Stephano, 1999). La detección de anticuerpos antivirales en bancos de sueros permitió identificar que el virus estaba presente en la zona de La Piedad Michoacán por lo menos desde 1972, aunque no hay registros de infecciones similares ocurridas en esas fechas (Rosales y col., 1988). El origen del virus es incierto; análisis filogenéticos muestran que el Rubulavirus porcino tiene un ancestro común a todos los paramixovirus, pero excluyen la posibilidad de que este virus sea una variante de algún otro rubulavirus (Berg y col., 1997; Svenda y col., 1997, 2002).

Los signos clínicos varían de acuerdo con la edad de los animales. En cerdos lactantes las manifestaciones nerviosas se presentan en forma progresiva, aguda y generalmente son fatales (Stephano y col., 1988). En los cerdos de 3 a 4 meses de edad las manifestaciones neurológicas son escasas y la tasa de mortalidad es baja. En cerdos adultos las lesiones se limitan al aparato reproductor: en las hembras se presentan abortos, aumento de mortinatos y reducción de la fertilidad; en machos se observa epididimitis, orquitis, atrofia testicular y una sensible pérdida de fertilidad (Stephano y col., 1988; Campos y Carvajal, 1989; Stephano, 1999; Ramírez- Mendoza y col., 1997). La opacidad corneal se presenta solamente en 1 a 10% de los animales infectados de cualquier edad (Stephano y col., 1988). En general, los parámetros productivos se ven gravemente afectados y las pérdidas económicas son cuantiosas.

Fuente: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=s0301-732×2004000200003&script=sci_arttext