Seguridad alimentaria ¿para quiénes?

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Seguridad alimentaria ¿para quiénes?

La seguridad alimentaria y el futuro de la agricultura van de la mano, pero resulta que esta relación aparentemente simple no es tan obvia. Este debate tuvo lugar durante una conferencia internacional en Berlín, Alemania, titulada “Seguridad alimentaria: el futuro de la agricultura”, organizada por el Goethe Institut en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores Alemán del 3 al 9 de setiembre. A este evento fue invitada Manuela García Pintos, integrante del equipo de Rurales El País, como única periodista uruguaya.

Participaron de la conferencia 18 representantes, de 18 diferentes países y continentes, con las más diversas realidades productivas, económicas y sociales. Hablamos y visitamos varias instituciones entre ellas: Instituto Julius-Kuehn – Centro Federal de Investigación de Cultivares; Ministerio de Alimentación y Agricultura; Unión Alemana de Agricultores (DBV); Universidad Humboldt – facultades relacionadas con la producción de alimentos y la agricultura; Instituto Leibniz de Agua y Pesca Continental; Club de Maquinaria Elb-Havel-Winkel; Granja cerca de Jerichow: una empresa de tres familias de agricultores individuales sobre 500 hectáreas arrendadas al Estado en el lugar de la antigua granja estatal de la RDA; Granja ecológica en Garlitz con ganado criado en libertad; lobby de empresas relacionadas con la agricultura y el mercado alimentario.

Cuando se habla de seguridad alimentaria, los representantes de las empresas de lobby afirman que los consumidores de todo el mundo esperan que la producción agrícola reduzca las emisiones de CO2. La dieta debería incluir una mayor proporción de verduras y cada vez menos carne y productos lácteos. Se deberían ahorrar aún más recursos, incluida el agua. Y las proteínas también se pueden producir a partir de insectos. Después de todo, la proteína es proteína. Y citan toda una gama de argumentos: sociales, científicos y médicos.

Estos argumentos fantasiosos no convencían a la delegación. Por ejemplo, ¿cómo se puede cuestionar el pastoreo del ganado? Cuando se eliminen los ganados, ¿qué haremos con las praderas?, dicen los agricultores alemanes. En su opinión, la actual Política Agrícola Común debería transformarse porque discrimina a los agricultores. Para los agricultores tradicionales que cultivan maíz y semilla de girasol, además de criar ganado lechero, en el distrito Jerichower Land, el compromiso de cambiar aceleradamente el abasto de alimentos orgánicos significa que terminarán importando más alimentos de los que actualmente producen. Respuestas. La Comisión Europea se apresura demasiado en retirar las sustancias activas, lo que significa que los agricultores pierden las herramientas para combatir plagas y enfermedades.

Al mismo tiempo, Bruselas abre demasiado las fronteras de la UE a la importación de productos agrícolas externos (como los cereales de Ucrania, carne vacuna de Argentina). Especialmente porque allí los costes de producción y los controles fitosanitarios y veterinarios son mucho más bajos que en la UE. La visita al Ministerio de Agricultura Alemán fue una oportunidad para hacer preguntas en el contexto mencionado anteriormente. Preguntamos por la reconstrucción del comercio en tiempos de amenaza alimentaria por la guerra en Ucrania.

La respuesta la dio Cornelia Bernds, jefa de la Dirección, responsable de la cooperación internacional y la seguridad alimentaria global: “nuestro Ministerio de Agricultura es consciente de los problemas actuales. Sí, apoyamos las voces sobre la reconstrucción de la Política Agrícola Común. Pero sólo en la medida en que sean coherentes con los desafíos de la protección ambiental. Es necesario apoyar la biodiversificación, reducir el impacto negativo del nitrógeno o los gases de efecto invernadero en el medio ambiente, etc. Ya no podemos pensar en una producción agrícola realizada en el marco actual”.

La investigación dirá la verdad.

Oficial. En apoyo a estas palabras, en uno de los institutos federales dependientes del Ministerio Federal, nos enteramos de que los científicos tienen la tarea de comprobar si la agricultura bioorgánica tiene posibilidades de funcionar en la práctica. “Nos ocupamos de la investigación científica y no nos corresponde a nosotros valorar si la dirección política indicada por el Ministerio es buena o mala. Un científico debe permanecer imparcial. Nuestra investigación es a gran escala. Se están analizando datos que se remontan a 1970. Ya hemos tenido la oportunidad de informar a nuestro Ministerio que, aunque la agricultura europea se ve constantemente afectada por las sequías, los resultados indican que a mediados de este siglo podemos esperar un aumento de la productividad de las plantas agrícolas. Porque resulta que la tan criticada creciente concentración de CO2 en la atmósfera es… el principal impulsor del aumento de la productividad de las plantas”, afirmó Til Feike, del Instituto Julius-Kuehn, el Centro Federal de Investigación de Cultivos.

En Europa, los agricultores se beneficiarán de ello, especialmente en países como Francia, Alemania y Polonia, porque estamos situados en la misma latitud. Demanda y producción. Alemania genera cada año ingresos por 60 mil millones de euros por su producción de alimentos, con un crecimiento de 3.8 por ciento anual. En la última década ha disminuido su producción de carne de cerdo, res y pollo, pero todavía tiene liderazgo europeo en producción de maíz, trigo, malta, cártamo, papa y semilla de girasol.Este mismo auge coincide con un aumento en la conciencia de los ciudadanos alemanes sobre el impacto que tiene en el suelo, aire y agua la producción intensiva de alimentos y ha llevado al gobierno alemán a comprometerse a disminuir ese impacto.

Por su parte, Hendrik Bohm, Coordinador de Procesos de Transformación en Políticas Agrícolas, del Ministerio de Alimentación y Agricultura, explicó durante su exposición en la conferencia que la sociedad alemana está muy consciente del impacto negativo que causa en los suelos el exceso de nitrógeno que se deriva de muchos fertilizantes, el daño a la biodiversidad que causan los pesticidas y la cantidad de gases de efecto invernadero que libera la producción de muchos agroquímicos. Manuela García Pintos. https://www.agromeat.com/356581/seguridad-alimentaria-para-quienes