Con el clima cálido sobre nosotros, es hora de que las operaciones de capas se aseguren de que estén preparadas para prevenir el estrés por calor. El mejor escenario posible: evitamos que las gallinas se sobrecalienten. El peor de los casos: las gallinas están estresadas por calor, lo que lleva a problemas significativos de bienestar y rendimiento.
Para prevenir o manejar adecuadamente el estrés por calor, es imperativo entender cómo ocurre. La temperatura corporal normal de una gallina es de aproximadamente 105 ° F (40 ° C). Las gallinas se sienten cómodas con una temperatura ambiente de 65 ° F a 75 ° F (18 ° C a 24 ° C). Cuando esa temperatura supera los 90 ° F (32 ° C), ocurren las consecuencias más graves del estrés por calor.1
En un estudio, el estrés por calor se asoció con una reducción del 31,6% en la conversión alimenticia, una reducción del 36,4% en la producción de huevos y una reducción del 3,41% en el peso del huevo, según un artículo de revisión de la Universidad de Purdue y el Servicio de Investigación Agrícola del USDA.2,3
Los autores de la revisión señalan que el estrés por calor también podría afectar la seguridad de los alimentos. “Muchos estudios recientes han demostrado que las bacterias, como la Salmonella y Campylobacter, son capaces de explotar las alteraciones neuroendocrinas debido a la respuesta al estrés en el huésped para promover el crecimiento y la patogenicidad. Por lo tanto, es de gran importancia tener en cuenta que las tensiones ambientales, como el estrés por calor, pueden potencialmente alterar la interacción huésped-patógeno “, escriben.4
Otras consecuencias del estrés por calor incluyen el aumento de la ingesta de agua que puede llevar al estiércol húmedo y los huevos sucios, y a la función inmune reducida, que puede afectar la eficacia de la vacuna.
Fundamentos de estrés por calor
Cuando una gallina está demasiado caliente, ella necesita perder calor. Ella hace esto de varias maneras. Una es por convección, que está perdiendo calor corporal por aire más frío al extender sus alas.
Otra forma es por evaporación. Cuando la casa está demasiado caliente, se debe utilizar la humedad del tracto respiratorio, lo que hace que las gallinas jadeen, lo que aumenta el flujo de aire sobre las membranas mucosas.
El jadeo es lo que conduce a una mala calidad de la cáscara (conchas delgadas y débiles) porque altera el equilibrio metabólico ácido-base. En última instancia, hace que se transfiera menos calcio a la glándula de la concha, un déficit que no se puede corregir con la dieta. Además, si el jadeo no es efectivo y la temperatura corporal aumenta aún más, la gallina se vuelve apática y puede morir.
Es importante tener en cuenta que la humedad está relacionada con la temperatura ambiente. La humedad más alta a cualquier temperatura aumenta el malestar de las aves, y el enfriamiento por evaporación es menos efectivo. El enfriamiento por evaporación es efectivo solo cuando la humedad relativa en el aire es baja.
Referencia: http://bit.ly/2Y6cOad
